Decepción supina de un fiel amante de la saga original de "Alien" hasta su "Resurrección" donde cayó un poco más bajo, pero bueno, sin llegar a este estropicio. Los personajes son anodinos y no nos dicen nada (excepto James Franco, el más inteligente, que decide nada más empezar la película decir "hasta luego Lucas"). Carecen todos de alma (menos el androide curiosamente) y nos importa un pimiento lo que les pase a lo largo del film. Sin hacer spolier es difícil dar más explicaciones a un entramado de incoherencias argumentales, decisiones absurdas tomadas sin ningún sentido, apariciones de todo el universo de bichos del H.R. Giger en plan escaparate, y un final previsible a más no poder. Efectos especiales buenos... ¡Claro! Estamos en el siglo XXI, pero la película no tiene alma y eso que yo, al ver que Ridley Scott tomaba de nuevo el control, estaba deseando verla. Para eso mejor quedarse en su casa, disfrutando de una merecida jubilación a sus 79 años y al menos no contribuir a este despropósito sin pies ni cabeza.