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Voto de NAPS:
5
Voto de NAPS:
5
6.2
17,420
Thriller. Drama. Romance
Año 1942 en el protectorado francés de Marruecos, durante la Segunda Guerra Mundial. Max (Brad Pitt) es un espía canadiense del bando aliado que llega a Casablanca y se hace pasar por marido de Marianne (Marion Cotillard), una francesa miembro de la resistencia con buenas relaciones con el régimen de Vichy. Ambos deberán cumplir una peligrosa misión en el norte de África por órdenes de Londres. (FILMAFFINITY)
20 de abril de 2018
20 de abril de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gracias que aún quedan por hacer millones y millones de películas que no tienen nada que ver con los superhéroes, las series de Netflix, los absurdos reinicios de sagas o los remakes de grandes obras; no ocurre lo mismo con las películas que tienen por temática la Segunda Guerra Mundial.
Superado el primer escollo. El segundo hace que ponerse de nuevo en la piel de un Brad Pitt militar, que no nos importa demasiado gracias a su escaso abanico de interpretaciones, sea un mero paseo y podamos por lo menos, disfrutar de una Marion Cotillard que juega entre lo existencial y lo cotidiano bastante bien.
El guión es absurdamente necesario para destacar entre las películas de hoy día. Se agradece que no tenga un sinfín de giros siniestros y rocambolescos, está bastante comedido y a veces resulta plano, no llegando a lo enfermizo. Es más, quizá algo falto de punch, pero sobrio y resuelve. En ese sentido Zemeckis cumple.
En cuanto a la fotografía la cosa cambia. Infinitamente lleno de detalles, los planos de la escuela Amblin, han abandonado el buen hacer de sus fotógrafos. Resulta hilarante cómo la pantalla está absolutamente llena de "cosas" todo el tiempo. A ratos, se hace abrumadora la innecesaria cantidad de objetos que se mueven por la escena. Entre un primer plano, un segundo y un plano fondo, hay miles de objetos moviéndose innecesariamente. La composición no es eso. Quiere ser tan perfecta que pincha en imagen. Incluso le fatla suciedad, credibilidad, algo que no sea "nuevo viejo"; hasta cuando se despeinan lo hacen ordenadamente, cosa que me molesta de más, porque lo comparan con el teatro. Ay.
Se echa en falta un poco de profundidad en los personajes, queda claro quiénes y cómo son, pero sus argumentos están estrechamente ligados al final del film, cosa que, si no tienes cuidado al rodarlo, puede perder credibilidad y fuerza (cosa que ocurre aquí) y en consecuencia, interés.
El punto: Escena de fiesta en la embajada: maravillosamente rodada. Lástima que sea todo de plástico.
Nota: 5 pasable sí, pero innecesaria
El cine bélico no necesita reinventarse. Zemeckis cumple por ser Zemeckis y por eso no convence.
Superado el primer escollo. El segundo hace que ponerse de nuevo en la piel de un Brad Pitt militar, que no nos importa demasiado gracias a su escaso abanico de interpretaciones, sea un mero paseo y podamos por lo menos, disfrutar de una Marion Cotillard que juega entre lo existencial y lo cotidiano bastante bien.
El guión es absurdamente necesario para destacar entre las películas de hoy día. Se agradece que no tenga un sinfín de giros siniestros y rocambolescos, está bastante comedido y a veces resulta plano, no llegando a lo enfermizo. Es más, quizá algo falto de punch, pero sobrio y resuelve. En ese sentido Zemeckis cumple.
En cuanto a la fotografía la cosa cambia. Infinitamente lleno de detalles, los planos de la escuela Amblin, han abandonado el buen hacer de sus fotógrafos. Resulta hilarante cómo la pantalla está absolutamente llena de "cosas" todo el tiempo. A ratos, se hace abrumadora la innecesaria cantidad de objetos que se mueven por la escena. Entre un primer plano, un segundo y un plano fondo, hay miles de objetos moviéndose innecesariamente. La composición no es eso. Quiere ser tan perfecta que pincha en imagen. Incluso le fatla suciedad, credibilidad, algo que no sea "nuevo viejo"; hasta cuando se despeinan lo hacen ordenadamente, cosa que me molesta de más, porque lo comparan con el teatro. Ay.
Se echa en falta un poco de profundidad en los personajes, queda claro quiénes y cómo son, pero sus argumentos están estrechamente ligados al final del film, cosa que, si no tienes cuidado al rodarlo, puede perder credibilidad y fuerza (cosa que ocurre aquí) y en consecuencia, interés.
El punto: Escena de fiesta en la embajada: maravillosamente rodada. Lástima que sea todo de plástico.
Nota: 5 pasable sí, pero innecesaria
El cine bélico no necesita reinventarse. Zemeckis cumple por ser Zemeckis y por eso no convence.