Cuando Disney exprimió los cuentos clásicos, a los demás sólo les quedó la opción de intentar modernizarlos, o darles el punto de vista de un personaje en concreto. Es lo que ha ocurrido cuando han hecho versiones cinematográficas con personajes humanos. Y eso es lo que tenemos aquí, un eje central del que parten cuatro cuentos, que son acoplados por pares, con aires de principios del siglo XX, donde Cenicienta es madre soltera de dos niños, y los tres cerditos son banqueros y promotores inmobiliarios.

Los personajes son feos de narices (y del resto del cuerpo).

La historia se cuenta en verso, que es quizás lo más llamativo de todo el metraje. Dura aproximadamente una hora, pero aún así a mí se me ha hecho pesado. Esperaba algo más simpático, más loco, a lo Shrek. A ver que opinan mis sobrinas cuando la vean.