Me ha gustado esta secuela más que la primera parte. En 'El pico' el guión estaba muy medido para que la trama se insinuara, pero sin decir las cosas claramente. Imagino que había temor a sufrir algún tipo de represalia. En 'El pico 2', sin embargo, Eloy de la Iglesia se desata y no deja títere con cabeza. Habla de la corrupción en la justicia y en los cuerpos de seguridad del estado abiertamente. Sin embargo, parte de ese temor creo que sigue existiendo, y de ahí el discurso de patriotismo, rectitud y honestidad del padre del chico en el último tramo, dando cera a la guardia civil. Hoy en día, con la ley mordaza del Partido Popular, no sé si una película así podría rodarse, dado que hay gente que se ha metido en problemas por un simple tweet.

Esta segunda parte produce más fascinación porque tiene mejores ingredientes característicos de las pelis kinkis: atracos, huídas, ambiente carcelario, y para guinda un transexual con tetas y pelo en el pecho.

Meter a Rafaela Aparicio y a Gracita Morales en la peli creo que fue más un golpe de vis cómica que otra cosa.

En esta secuela aperece Pirri, otro actor del género, que también acabó muriendo por un pico adulterado, a los 23 años.