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Voto de echulin:
10
7.3
7,067
Drama
China, 1925. Los militares gobiernan Pekín y, aunque en la ciudad la situación política es inestable, hay una constante en la vida cotidiana: la ópera, un espectáculo donde incluso los personajes femeninos deben ser representados por hombres. Entre los nuevos muchachos destinados a ser estrellas de la ópera de Pekín se encuentran el delicado Douzi y Shitou, que le toma bajo su protección. Ambos forjan una gran amistad, y Douzi se ... [+]
20 de diciembre de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
He vuelto a verla después de más de dos décadas, y me sigue pareciendo una película imprescindible. Un resumen de la historia reciente de China, desde su paso del feudalismo al comunismo, pasando por la guerra con Japón y la revolución cultural, vista por los ojos de un actor forzado a hacer el papel de concubina, pues las mujeres no podían hacer ópera/teatro. Su obra más aclamada, "Adiós a mi concubina", es a su vez un reflejo de la propia vida del protagonista a lo largo de ese proceso.
Peliculón con mayúsculas.
Peliculón con mayúsculas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Una concubina real era una chica adiestrada duramente desde la más tierna infancia para complir su cometido. Entrenada en mil artes y mil protocolos para ser digna amante y sirvienta de su rey. Eso es el protagonista de esta película, un niño entrenado hasta hacerle renunciar a su propio sexo para complacer a la ópera.
En la ópera, cuando se oyen las canciones del rey enemigo y la concubina y su rey se ven perdidos, él le pide que huya con su caballo, pero ella prefiere suicidarse y morir junto a su rey, que no pertenecer a él. Nuestro protagonista, cuando oye los cantos de la revolución cultural, entiende que su mundo (sus óperas), ya está perdido. Él no es nada sin ese mundo, ni quiere vivir en otro mundo diferente, y como la concubina, decide quitarse la vida.
En la ópera, cuando se oyen las canciones del rey enemigo y la concubina y su rey se ven perdidos, él le pide que huya con su caballo, pero ella prefiere suicidarse y morir junto a su rey, que no pertenecer a él. Nuestro protagonista, cuando oye los cantos de la revolución cultural, entiende que su mundo (sus óperas), ya está perdido. Él no es nada sin ese mundo, ni quiere vivir en otro mundo diferente, y como la concubina, decide quitarse la vida.