Una de las mejores películas de este año. Un auténtico ejemplar en su categoría. Producción alemana de alto octanaje tanto por su poder visual e interpretativo, como por su nada vacía narrativa capaces de aguantar sobre hombros las 2 horas y 28 minutos de pura barbarie y horror.

Netflix ha tenido los cojones de empujar adelante la nueva película de Edward Berger, y por esa misma razón, como suele ser habitual dentro del catálogo de este grande que compite en las ligas de las bestias del streaming, seguirá sin poder recibir el mérito audiovisual que merece dentro de esta gran industria. A falta de poder presenciar dentro de unos cuantos meses largos si logra plantarse en alguna categoría del premiado académico.
A Edward Berger lo hemos podido seguir más de cerca en el serial; responsable de Patrick Melrose, dentro también del equipo de The Terror, y de algunas más.
Con SIN NOVEDAD EN EL FRENTE, remake de la película de Milestone producida en 1930, da el salto definitivo al largometraje que pasa a ser, por el momento, el mejor trabajo de su carrera. El original de Lewis Milestone sigue siendo un portento cinematográfico en todos sus sentidos, pero la hermana que ha parido este año el bueno de Edward, es una obra que va a ser recordada, al menos para mí, durante muchísimo tiempo y lo va a hacer gracias sobretodo a la valentía de relatar desde el campo de batalla, escrudiñado en sus trincheras y en su terrible y sanguinario terreno de juego, la pobreza humana que alimenta una guerra sin ninguna lógica y que pone en tela de juicio a los únicos partidarios interesados en sacar tajada que son unos tipos portadores de la putrefacción que sufren los soldados de la guerra.
El filme de Berger no se arma en ningún momento con florituras ni pretende tampoco dar un contexto más pretencioso a la hora de dar mensajes oportunistas sobre la bondad del ser humano y su pacifismo, no; está cimentada desde la amarga verdad y excluye cualquier atisbo de panfleto que pueda sabotear todo aquello que realmente quiere contar: el sufrimiento de los soldados.

Y para todo ello, Edward Berger construye no sólo una historia de todo lo comentado anteriormente, sino que además forticifica una dirección desvergonzada en mancharse el ojo de sangre y vísceras dentro de sus planos encajados a la perfección como ya nos enseñó el gran maestro de Kubrick al cual también rinde homenaje en más de un momento esta gran destacada del año.

Dejemos paso también al cine bélico, al cine antibelicista concretamente. Éste, uno de los más grandes exponentes antibelicos que nos ha dado la industria, que ha dado Netflix, en muchísimos años.

Una gran mirada al horror. Obra maestra.


Nota: 9,5.