... y que encima des las gracias. Qué dificil es conseguir que pases un mal rato en el cine, que no sientas que te han manipulado vilmente y que te quedes con la sensación de haber visto algo de calidad; pues Vinterberg, y sobre todo Mikkelsen lo consiguen de largo. La caza toca el incómodo asunto de la pederastia pero desde un ángulo diferente y mucho más duro de lo habitual, pues mientras que las películas sobre victimas y culpables son sobre todo desagradables, ésta parte de un hombre inocente y acaba siendo un obra de TERROR, pero no el terror abstracto de El exorcista, sino de un TERROR plausible como la vida misma. Es cierto que Vinterberg no se pilla los dedos y parte de un personaje encantador, ganándose de inmediato la empatía del público, pero el vapuleo inmisericorde que le propina está muy bien narrado y salvo ciertas licencias cinematográficas inevitables llega a meterse en nuestras cabezas una sensación de desazón y de comprensión del problema de fondo. En definitiva, magnífica película de actores (repito que Mikkelsen está tremendo) rodada de forma muy sobria pero que, honestamente, no me gustaría volver a ver.