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Voto de Juan Marey:
8
Drama Basada en la novela homónima de Maxim Gorki. Un barón arruinado después de haber dilapidado su fortuna en el juego y las mujeres congenia con Pepel, un ladrón profesional del que están enamoradas dos hermanas. El marido de una de ellas regenta una sórdida posada en la que se instalarán el barón y Pepel. (FILMAFFINITY)
7 de julio de 2013
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entre “Una partida de campo” y “La gran ilusión” rodó Jean Renoir “Los bajos fondos”, el primer y tormentoso verano de “El frente popular” en Francia, es decir, tres meses después de la victoria electoral de la izquierda en Francia, que contaba con su apoyo más activo. Los nombres, el vestuario y algún que otro detalle suelto recuerdan de vez en cuando a Máximo Gorki y a la Rusia zarista que el escritor ruso describe en su célebre obra “Los bajos fondos”, pero al llevarla al cine Renoir sitúa la trama claramente en Francia, en la Francia de 1936, como un nuevo capítulo de la historia en tiempo presente, que intenta reflejar el director francés con un fondo muy negro y un final inspirado por los “Tiempos modernos” que Chaplin estrenaba el año anterior.

En “Los bajos fondos” del título lleva la voz cantante un ladrón de poca monta, Jean Gabin, que hace buenas migas con su víctima, Louis Jouvet, un Barón venido a menos, por no decir venido a nada. El duelo interpretativo entre Gabin, 32 años, y Jouvet, 49 años, el único a lo largo de sus carreras, es una de las alegrías de la película. La obra, brillante globalmente, distinguida en 1936 como mejor película francesa del año, es una película intensa, llena de vigor, una película notable digna de la obra originaria.

Akira Kurosawa volvió a llevar al cine este mismo “Bajos fondos” de Gorki en 1957. Se admiten comparaciones.
Juan Marey
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