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Voto de Juan Marey:
9
Thriller. Drama Max, un gángster veterano y respetado, es traicionado y obligado a dejar su retiro cuando su mejor amigo es secuestrado, por lo que su último botín, ocho barras de oro robadas, es exigido como rescate. (FILMAFFINITY)
29 de diciembre de 2013
24 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Touchez pasa u grisbi” es una expresión del argot del hampa que podemos traducir como “No toquéis la pasta”. Se trata de una de las mejores películas policíacas del cine francés de la década de los 50, basada en una novela de Albert Simonin, que colaboró con Jacques Becker en el guión y en los brillantes diálogos, en los que se recoge de forma natural y auténtica, esa forma de hablar y ese argot barriobajero que refleja su título.

A partir del enfrentamiento entre dos bandas rivales en el hampa parisina, lo que le interesa a Becker en esta historia y donde reside su carácter original, es en la relación de amistad y complicidad masculina entre sus dos protagonistas, interpretados por Jean Gabin y René Dary, dos viejos truhanes que aspiran a jubilarse y que se ven arrastrados en un ajuste de cuentas. Jean Gabin, cincuentón, pero haciendo todavía de Don Juan, casi a pesar suyo, está excelente al dar vida a ese gangster nostálgico que pone la amistad por encima de todo, un personaje en el que pensó probablemente Jean Pierre Melville cuando dos años después hizo “Bob el jugador”, otra de las grandes películas policíacas de la época.

El relato minucioso y lento de Becker se entretiene en mostrarnos los detalles más cotidianos durante dos noches y un día en la existencia de esos dos amigos con un largo pasado, su complicidad, su preocupación por la vejez en esa edad tan crucial en la que como dice uno de los personajes “ya no es hora de rehacer tu vida”. Becker describe con talento la vida nocturna de los “Nights Clubs”, con su hampa, sus coristas, entre las que podemos descubrir a una jovencita Jeanne Moreau cuando todavía hacía papeles secundarios, cuatro años antes de alcanzar la fama con su interpretación en “Ascensor para el cadalso” de Louis Malle. En el reparto tenemos también, haciendo de malo, en el papel de Angelo, al corpulento y excelente actor francés de origen italiano, Angelo Borrini, que se bautizó con el nombre artístico de Lino Ventura en esta su primera aparición en el cine.

Jacques Becker, que había sido ayudante de dirección de Jean Renoir, empezó a dirigir películas en los años cuarenta, durante la ocupación alemana, su temprana desaparición en 1960 privó al cine francés de uno de sus mejores talentos, de cuya filmografía cabe destacar películas como: “París bajos fondos”, “Goupi mains rouges”, “Los amantes de Montparnasse”, “La evasión” o “Alí Babá y los cuarenta ladrones” en la que dirigió al cómico Fernandel.
Juan Marey
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