Mejorar el último recuerdo cinematográfico que teníamos de la mítica saga de videojuegos ‘Mortal Kombat’ no era difícil. Cuando te metes en jaleos de cambiar actores, reducir presupuesto, etc, etc, corres el riesgo de que te salga algo como “Aniquilación”.

Más de 20 años después de la original de Paul W.S. Anderson (una película que, para mi gusto, es una más que aceptable primera versión) es el momento de que los efectos especiales, mucho más desarrollados que antaño, tomen el mando de la función. Además, se permite el lujo de jugar para un público ya talludito y sacar a relucir la sangre, el gore y los fatalities que tanto caracterizaban aquel maravilloso videojuego de lucha.

El gancho del nuevo luchador sacado de la manga (eso, o a mi ya me pilla viejuno y no lo recuerdo) para intentar ganar nuevos adeptos no está mal como idea de partida, pero me sigue faltando argumento. Juega con la nostálgia y no faltan los Sub-Zero, Scorpio, Sonya, Kano o Liu Kang bien caracterizados para disfrute de los más fans.

¿Es suficiente? Hay que decir que juega con ventaja, pues al fin y al cabo el espectador pandemial está habido de ver un blockbuster en pantalla grande y casi seguro que saldrá muy satisfecho. Huele a franquicia, pero no sé si durará mucho. No veo cimientos tan sólidos como para dos o tres entregas. ¡Qué quereis que os diga! la de los noventa me parece todavía superior.

Si llegan a respetar completamente el temazo original, puede que se hubiera llevado más puntos.

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