Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Hitchcock10:
8
Drama. Thriller Atormentada por ciertos hechos y dominada por una creciente ansiedad, la joven Martha abandona una secta y se va a vivir con su hermana Lucy y con Ted, el marido de ésta. Intenta adaptarse al estilo de vida de la clase media-alta, pero acosada por constantes pesadillas, no le resulta nada fácil. Mientras asume su soledad, la paranoia y los recuerdos comienzan a resquebrajar su existencia. (FILMAFFINITY)
6 de enero de 2012
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eso es para mí esta película, de superficie aparentemente plácida y de ritmo pausado, bajo los cuales late una historia que da miedo, mucho miedo. Porque, como en Martha Marcy May Marlene, a menudo el auténtico terror proviene de aquellas historias en las que una mente pierde absolutamente el sentido de la realidad (Repulsión, El cisne negro).

El film nos cuenta la historia de Martha (Elizabeth Olsen), una joven que, en su huida de una secta, acude a su hermana mayor, quien la acoge en su lujosa casa en un frustrante intento de comprenderla y ayudarla. Pero los temas del peligro de las sectas, las familias disfuncionales, los contrastes morales, etc. son en realidad lo de menos. A lo que verdaderamente asistimos aquí es al retrato de una mente dañada, sumida en una paranoia que se contagia al espectador y que va conformando un inquietante cuento de terror psicológico. El debutante Sean Durkin se vale para ello de dos recursos fundamentales: el juego entre dos tiempos narrativos y la maravillosa interpretación de Elizabeth Olsen.

La narración fragmentada, salpicada de frecuentes flashbacks, está justificada (amén de para intensificar el suspense) en tanto en cuanto es coherente con el estado de desubicación mental de la protagonista, y es por ello muy útil para hacernos partícipes de esta desorientación. En ocasiones, empero, Durkin se cuela un poco y algunos de estos saltos cronológicos son prescindibles y resultan más efectistas que efectivos.

En cuanto a la Olsen, la función pertenece por entero a ella. Desvalida, prepotente, sumisa, desafiante, dulce, irritante. Cada gesto, cada movimiento, cada mirada, cada inflexión en su voz, transmiten el universo de confusión en el que se halla inmersa Martha. Sencillamente portentoso. Es la suya una interpretación llena de matices, contenida, con un solo estallido emocional que precisamente por ser el único resulta tanto más resonante.

Junto a ella, el secundario John Hawkes (Winter’s Bone, Contagio), como el líder de la secta, compone otro personaje de gran calado que, junto a los abiertamente violentos, nos regala uno de los momentos más calmadamente escalofriantes de la película, cuando, al decir Martha su nombre, él le replica: “You look like a Marcy May” (“Pues tienes cara de Marcy May”). La captación y transformación de la protagonista ha comenzado.

En definitiva, una estremecedora película sobre una mente desquiciada, con una atmósfera de pesadilla a la que solo cabría achacársele la falta de pulso narrativo en algunos momentos y el exceso de tics indies en otros. Y como colofón, un final abierto que a algunos no convencerá pero que, en opinión de un servidor, es el tipo de final que corresponde a esta ambigua y perturbadora historia, que jamás podría haber concluido con todos los cabos bien atados.
Hitchcock10
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow