Aunque no se crea, este tipo de películas hacen mucho daño a la gente que con trece o catorce años (la mentalidad no está madura) pueden llegar a pensar que pareciéndose a Jonah Hill puede aspirar a tener un rollo con Emma Stone. Es duro ver la realidad si la comparamos con la peli. Foggel no pueden ser el amigo molón de un par de flipados con traje de policía, ni pimplarse a una pelirroja como lo hace hacia el final, sólo ha nacido para ser builleado durante todos los días de su vida (ayuda mucho la voz que le han puesto para creerlo así). La peli puede perjudicar algún cerebro infantiloide y que cuando vaya al instituto crean que es una versión real de este film. La venta de alcohol a Foggel da para mucho y comienza una historia que parecía condenada al fracaso de una ridícula peli más de adolescentes que pretenden follar antes de irse a la universidad. La realidad es que uno se lo pasa bien viendo las aventuras y fiascos de Seth, Evans (Michael Cera) y Foggel (Christopher Mintz- Plasse) tratando de hacer que su última fiesta en el instituto sea la hostia. ¿Sabe que es lo mejor de todo ésto? (lo diré en spoiler).