Me gusta ver que existen personajes así en la ficción que se parecen, en parte, a mí. Porque es bueno ver disparidad de contenidos y ver otras cosas que no sean siempre los súper héroes de moralidad y virtud personal intachable. Charlize borda y pone la guinda a esta pasable comedia elaborada por Diablo Cody. Me gusta no sólo la idea inicial del film, sino también la mayor parte de su desarrollo. Una exitosa reina de instituto que se ha quedado anclada en el pasado y regresa a él para vivir mejores momentos. Es una comedia que no pasa del montón y que tiene un toque ácido y momentos ciertamente brutales en contadas ocasiones.

No es, está claro, la mejor película para celebrar mi crítica 500, pero la he puesto esperando muy poca cosa y me encontrado con una historia llena de miserables y patéticos personajes que, como ya dije al inicio, por su misantropia me recuerdan a mí. La volveré a ver, seguro.

Por otro lado, Patton Oswalt, tocando los huevos al personal, se corona como un buen secundario en esta cinta que te da en el estómago una patada como si fuera un puto balón de cuero. Y creo que se puede morir tranquilo diciendo que simuló hacer el amor con una pedazo de mujer y una buena actriz como es Charlize Theron. Si bien a la peli creo que le falta algo más de mala baba. La música y la ambientación de Mercury, pueblo perdido en Minesotta, muy buena.