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Voto de Giskdan:
6
5.7
1,164
Bélico. Acción. Comedia
Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Un grupo de soldados estadounidenses son arrestados tras matar por accidente a unos compatriotas. Aprovechando un ataque alemán, logran escapar mientras son trasladados. En 2009, Quentin Tarantino estrenó una película (Malditos bastardos) que recoge su título inglés, "Inglorious Bastards", a modo de homenaje, si bien la trama y las situaciones son totalmente diferentes. (FILMAFFINITY)
1 de diciembre de 2012
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
(Para leer WWII Bastarda, Vol 2, ver mi review de "Malditos Bastardos" (2009) en FilmAffinity).
Reconozcámoslo: nadie le hubiera echado un vistazo a esta oscura peli tana si no fuera porque Quentin Tarantino decidió bautizar su film bélico con su nombre, así que esta no será una review de la película aislada del fenómeno "Inglorious Basterds".
Como en todos los films en cuya re-edición en video está involucrado el director de Knoxville (ya desde su extinguida distribuidora "Rolling Thunder Pictures"), los extras del DVD con los audio-comentarios y conversaciones entre Quentin y los directores originales, son casi más interesantes que la película en si.
En este caso, tenemos una larga entrevista que Tarantino le hace a Enzo G. Castellari, que más que entrevista es una conversación, donde ambos cineastas conversan, filosofan y - usando la terminología tarantinesca - se "chupan las pollas" el uno al otro, declarándose constantemente su admiración mutua.
Como todo Spaguetti-X (reemplace X por el nombre de un subgénero cinematográfico), la peli fue rebautizada innumerables veces para el mercado en inglés: “Counterfeit Commandos”, “Deadly Mission”, “Hell’s Heroes”, and “The Dirty Bastard”. La presencia del rey del blaxploitation, Fred Williamson, hizo que en una ocasión fuera presentada como “G.I. Bro” (Bro = Brother = negro), intentando capitalizar su popularidad en USA poniéndolo sólo en el poster, haciendolo parecer como el protagonista principal. A Fred lo ubicarán por ser uno de los clientes del bar de "Del Crepúsculo al Amanecer". El líder del escuadrón, Bo Svenson, no es otro que el reverendo que no llega a casar a Uma Thurman en Kill Bill Vol 2.
"Whatever the Dirty Dozen did – they do DIRTIER!" ("Cualquier cosa que Los Doce del Patíbulo (Los Doce Sucios) hicieron - ¡ellos los hacen aún más SUCIO!"). Ninguna película en cuyo tagline del poster se mencionen otros títulos famosos, fue nunca un éxito ni un film demasiado destacable, y esta no es la excepción.
La idea sin duda remite al clásico bélico de Robert Aldrich: un grupo de soldados presos por delitos son conducidos para ser juzgados, cuando son inesperadamente liberados al ser atacado por el enemigo en convoy que los transportaba. A partir de allí, y por una serie de coincidencias, terminarán usurpando el lugar de un grupo comando americano en una misión secreta, en busca de una jugosa recompensa económica.
Pero a diferencia de "Los Doce..." y de su homónimo ahijado de 2009, el film italiano es menos una película de guerra y más una cinta clásica de exploitation: acción desenfrenada, humor, testosterona exacerbada, muchas municiones y un body-count nada despreciable. La estética se aleja del de las pelis de género italianas, y parece inspirada en el film del año anterior "La Cruz de Hierro", de Peckinpah, con los soldados siendo abatidos y volando por los aires en interminables ralentis.
En un momento en que los soldados renegados deben asaltar un castillo tomado por los alemanes, misteriosamente abandonan las metralletas y las balas y comienzan a hacerse los "cool", matando a los enemigos de maneras artesanales: cuchillos, flechazos, ballestas y catapultas. Don Enzo desvela el misterio durante su charla con Quentin: en plena guerra anti-terrorista contra las Brigadas Rojas, el gobernador de la localidad donde estaba el imponente castillo, había prohibido por ley la tenencia de cualquier tipo de arma de fuego, incluso las de utilería, que les fueron confiscadas, y el director tuvo que apelar a su imaginación a último momento.
PERO ES SIN DUDA LA ESCENA DONDE LAS RUBIAS BAÑÁNDOSE EN PELOTAS EMPIEZAN A LOS TIROS, LO QUE PONE A ESTOS BASTARDOS, EN UN LUGAR CUMBRE DENTRO DEL CINE DE EXPLOTACIÓN =)
Reconozcámoslo: nadie le hubiera echado un vistazo a esta oscura peli tana si no fuera porque Quentin Tarantino decidió bautizar su film bélico con su nombre, así que esta no será una review de la película aislada del fenómeno "Inglorious Basterds".
Como en todos los films en cuya re-edición en video está involucrado el director de Knoxville (ya desde su extinguida distribuidora "Rolling Thunder Pictures"), los extras del DVD con los audio-comentarios y conversaciones entre Quentin y los directores originales, son casi más interesantes que la película en si.
En este caso, tenemos una larga entrevista que Tarantino le hace a Enzo G. Castellari, que más que entrevista es una conversación, donde ambos cineastas conversan, filosofan y - usando la terminología tarantinesca - se "chupan las pollas" el uno al otro, declarándose constantemente su admiración mutua.
Como todo Spaguetti-X (reemplace X por el nombre de un subgénero cinematográfico), la peli fue rebautizada innumerables veces para el mercado en inglés: “Counterfeit Commandos”, “Deadly Mission”, “Hell’s Heroes”, and “The Dirty Bastard”. La presencia del rey del blaxploitation, Fred Williamson, hizo que en una ocasión fuera presentada como “G.I. Bro” (Bro = Brother = negro), intentando capitalizar su popularidad en USA poniéndolo sólo en el poster, haciendolo parecer como el protagonista principal. A Fred lo ubicarán por ser uno de los clientes del bar de "Del Crepúsculo al Amanecer". El líder del escuadrón, Bo Svenson, no es otro que el reverendo que no llega a casar a Uma Thurman en Kill Bill Vol 2.
"Whatever the Dirty Dozen did – they do DIRTIER!" ("Cualquier cosa que Los Doce del Patíbulo (Los Doce Sucios) hicieron - ¡ellos los hacen aún más SUCIO!"). Ninguna película en cuyo tagline del poster se mencionen otros títulos famosos, fue nunca un éxito ni un film demasiado destacable, y esta no es la excepción.
La idea sin duda remite al clásico bélico de Robert Aldrich: un grupo de soldados presos por delitos son conducidos para ser juzgados, cuando son inesperadamente liberados al ser atacado por el enemigo en convoy que los transportaba. A partir de allí, y por una serie de coincidencias, terminarán usurpando el lugar de un grupo comando americano en una misión secreta, en busca de una jugosa recompensa económica.
Pero a diferencia de "Los Doce..." y de su homónimo ahijado de 2009, el film italiano es menos una película de guerra y más una cinta clásica de exploitation: acción desenfrenada, humor, testosterona exacerbada, muchas municiones y un body-count nada despreciable. La estética se aleja del de las pelis de género italianas, y parece inspirada en el film del año anterior "La Cruz de Hierro", de Peckinpah, con los soldados siendo abatidos y volando por los aires en interminables ralentis.
En un momento en que los soldados renegados deben asaltar un castillo tomado por los alemanes, misteriosamente abandonan las metralletas y las balas y comienzan a hacerse los "cool", matando a los enemigos de maneras artesanales: cuchillos, flechazos, ballestas y catapultas. Don Enzo desvela el misterio durante su charla con Quentin: en plena guerra anti-terrorista contra las Brigadas Rojas, el gobernador de la localidad donde estaba el imponente castillo, había prohibido por ley la tenencia de cualquier tipo de arma de fuego, incluso las de utilería, que les fueron confiscadas, y el director tuvo que apelar a su imaginación a último momento.
PERO ES SIN DUDA LA ESCENA DONDE LAS RUBIAS BAÑÁNDOSE EN PELOTAS EMPIEZAN A LOS TIROS, LO QUE PONE A ESTOS BASTARDOS, EN UN LUGAR CUMBRE DENTRO DEL CINE DE EXPLOTACIÓN =)