<< ¿Cuándo volveremos a juntarnos? ¿Cuando relampaguee, cuando truene o cuando llueva? >>

<< Cuando acabe el estruendo de la batalla, y unos la pierdan y otros la ganen >>

El espectador es el único que sale victorioso cuando finaliza este, uno de los acercamientos más pesimistas y nihilistas a la tragedia escocesa ideada por el Bardo. Los personajes en cambio no la pasan tan bien, mientras el ambicioso Macbeth y su manipuladora jermu (¿la primera femme-fatale de la literatura?) transcurren por una curiosa, sangrienta, bella y visceral versión de esta historia, que ha llegado varias veces al cine, pero nunca en un ropaje tan hipnótico y contundente. Nada de drama de época y diseño de arte vistoso aquí: esto es Macbeth-in-your-face.

No soy muy dado para el teatro clásico, y lo único que he leído hasta ahora de Shakespeare, ha sido esta obra en cinco actos. Y debo decir que, aunque se mantiene bastante fiel al derrotero del texto original, Polanski y su guionista Kenneth Tynan lograron moldearla en una versión bien visual, con identidad cinematográfica, alejándose de la simple “transcripción con imágenes” de otras versiones.

La belleza natural de las locaciones elegidas, la sangre en cantidades suficientes pero no excesivas, y un par de infames secuencias de delicia (la perturbadora visita de Macbeth a la guarida de las brujas, y la escena del sonambulismo desnudo de la memorable Lady Macbeth de Francesca Annis), convirtieron a esta cinta de Roman, en la adaptación preferida de muchos cinéfilos.