Folletín propagandístico de más de 2 horas donde el catalán Ramón Termens trata de forma manifiestamente mejorable el drama de la inmigración y los centros de internamiento de extranjeros. Protagonista un abogado argentino que no tiene pinta de abogado, y la historia es de una España tirana que se encarna en policías estilo Torrente pero sin gracia. Mezcla innumerables temas y no trata ninguno como es preciso, todo muy superficial y poco objetivo, con bombardeo permanente de la percepción subjetiva del director. No deja nada claro al final, y después de 2 horas te da como sensación de haber perdido el tiempo, tanta mezcla y dispersión descentra.