Efectiva y entretenida cinta que nunca se toma en serio a si misma y que mezcla religión,posesiones demoniacas,investigación policial,crisis de fe,milagros y romance todo mezclado y servido con imágenes que a veces parecen sacadas de un videoclip,con un ritmo vertiginoso a base de golpes de efecto y giros argumentales que dejan pegado al espectador a su asiento casi hasta el final donde la película ya se desmadra y la trama ya se pasa en delirios y algunas secuencias llegan a resultar ridículas.

Patricia Arquette interpreta a la protagonista,un rol difícil donde la actriz sale airosa gracias a su versatilidad y tablas en cambio a Gabriel Byrne se le ve más perdido en su papel de cura científico que ha perdido la fe.

Lo mejor de la cinta es su ritmo endiablado , sus imágenes impactantes y lo rápido que pasa la trama logrando atrapar al espectador hasta los últimos diez minutos donde todo se vuelve ya demasiado inverosímil y el argumento se va de madre.

Entretenidisima cinta para ver,olvidar y pasar un buen rato.