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Voto de BigCat:
8
7.6
163,802
Terror. Intriga. Drama
El doctor Malcom Crowe es un conocido psicólogo infantil de Philadelphia que vive obsesionado por el doloroso recuerdo de un joven paciente desequilibrado al que fue incapaz de ayudar. Cuando conoce a Cole Sear, un aterrorizado y confuso niño de ocho años que necesita tratamiento, ve que se le presenta la oportunidad de redimirse haciendo todo lo posible por ayudarlo. Sin embargo, el doctor Crowe no está preparado para conocer la ... [+]
23 de julio de 2010
32 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, amigos y amigas: por fin puedo decir con orgullo que he superado mi pánico irracional a las películas de fantasmas y he logrado, con tremendo esfuerzo, ir evolucionando hasta llegar a este momento cumbre.
Cuando estrenaron esta película yo tenía 20 años y mi pánico estaba en todo su esplendor. Ni me planteé ir a verla, y de hecho intentaba evitar que me hablaran de su argumento. Aun así, y por desgracia, no pude evitar enterarme del final, aunque por aquel entonces y durante años eso no me importó, pues tenía la certeza de que no la vería nunca.
Pero un buen día, hará un par de años, decidí que tenía que superar esta cosa mía con los fantasmas (hay que madurar) y me compré la novela "El resplandor"; tardé meses en atreverme a leer las primeras líneas, pero lo logré y acabé el libro. Superado ese escollo, me atreví, poco a poco, a ver algunos capítulos de la serie Supernatural, en la que salen fantasmas varios, y acabé enganchada hasta las cejas (devoré las seis temporadas).
Por fin llegué a la conclusión de que era el momento de dar el salto definitivo: ver una película de muertos en toda regla. Como ya había probado suerte con "Los otros" hace años (en su estreno) y el resultado había sido traumático (tuve que salir de la sala del cine en el minuto 30), pensé que mi bautismo en el cine fantasmagórico (ojo, sólo me dan miedo los fantasmas, el resto de seres extraños me resbalan) tenía que ser con El sexto sentido.
Qué puedo decir... aun conociendo el final, no puedo más que rendirme a los pies de la interpretación de ese niño. Los fantasmas que salen no me asustaron, y no creo que sea una película que intente dar miedo. Intenta, eso sí, transmitir angustia, y vaya si lo logra. Te pones en la piel de ese niño, sientes su miedo y a la vez te apena que un ser tan aparentemente desvalido y pequeño tenga que pasar por eso, escondido en su tienda de campaña roja en compañía de un perrito.
Bruce Willis no destaca por su interpretación, aunque está correcto. Es un actor que me gusta haga lo que haga, aunque reconozco que siempre pone las mismas caras. La que sí destaca es Toni Collete interpretando a la madre del chaval.
Si hay alguien que no sepa nada de esta película, si aún queda alguien a quien no se lo hayan contado todo, por favor, que se dé prisa y la vea urgentemente. Porque si verla sabiendo cosas es buena, me imagino que verla sin saber nada tiene que ser la hostia.
P.D: próximo objetivo: ver "Los otros" y superar el minuto 30. Wish me good luck (también me sé el final de esa: maldita sea).
Cuando estrenaron esta película yo tenía 20 años y mi pánico estaba en todo su esplendor. Ni me planteé ir a verla, y de hecho intentaba evitar que me hablaran de su argumento. Aun así, y por desgracia, no pude evitar enterarme del final, aunque por aquel entonces y durante años eso no me importó, pues tenía la certeza de que no la vería nunca.
Pero un buen día, hará un par de años, decidí que tenía que superar esta cosa mía con los fantasmas (hay que madurar) y me compré la novela "El resplandor"; tardé meses en atreverme a leer las primeras líneas, pero lo logré y acabé el libro. Superado ese escollo, me atreví, poco a poco, a ver algunos capítulos de la serie Supernatural, en la que salen fantasmas varios, y acabé enganchada hasta las cejas (devoré las seis temporadas).
Por fin llegué a la conclusión de que era el momento de dar el salto definitivo: ver una película de muertos en toda regla. Como ya había probado suerte con "Los otros" hace años (en su estreno) y el resultado había sido traumático (tuve que salir de la sala del cine en el minuto 30), pensé que mi bautismo en el cine fantasmagórico (ojo, sólo me dan miedo los fantasmas, el resto de seres extraños me resbalan) tenía que ser con El sexto sentido.
Qué puedo decir... aun conociendo el final, no puedo más que rendirme a los pies de la interpretación de ese niño. Los fantasmas que salen no me asustaron, y no creo que sea una película que intente dar miedo. Intenta, eso sí, transmitir angustia, y vaya si lo logra. Te pones en la piel de ese niño, sientes su miedo y a la vez te apena que un ser tan aparentemente desvalido y pequeño tenga que pasar por eso, escondido en su tienda de campaña roja en compañía de un perrito.
Bruce Willis no destaca por su interpretación, aunque está correcto. Es un actor que me gusta haga lo que haga, aunque reconozco que siempre pone las mismas caras. La que sí destaca es Toni Collete interpretando a la madre del chaval.
Si hay alguien que no sepa nada de esta película, si aún queda alguien a quien no se lo hayan contado todo, por favor, que se dé prisa y la vea urgentemente. Porque si verla sabiendo cosas es buena, me imagino que verla sin saber nada tiene que ser la hostia.
P.D: próximo objetivo: ver "Los otros" y superar el minuto 30. Wish me good luck (también me sé el final de esa: maldita sea).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
NO leer si no se ha visto la peli.
Bien, hablemos del final. Claro, si sabes desde el principio que el psicólogo está muerto, ves por todas partes señales evidentes de ello: nadie le habla excepto el niño, nadie tiene contacto físico con él, camina como aislado de la gente, no interactúa con la madre del niño a pesar de ser su terapeuta, su mujer mira al infinito cuando lo tiene delante... vamos, que es obvio que está muertísimo. Pero claro, eso lo puedo decir ahora porque ya lo sabía, pero seguro que de haberla visto sin tener ni idea, me hubiese quedado con la boca abierta. Y me acuerdo que mucha gente de mi entorno se quedó así. Ojalá pudiera experimentar eso. Ojalá no hubiera sabido el maldito final.
Respecto a los fantasmas, dan cierto asquito, pero también dan pena. Y si un fantasma te da pena, automáticamente deja de darte miedo.
Por eso tengo que reconocer que la cosa decae un poco cuando ves que el niño va perdiendo su temor y se lo toma con la filosofía de un pequeño héroe con una misión que cumplir (ayudar a los muertos, que no le quito mérito, tiene que ser chungo). Le quito dos puntos y no le pongo un 10 por esos toques yanquilacrimógenos tan sobados, como el momento en que el niño le cuenta su secreto a la madre y le da el mensaje de la abuela. Que sí, muy bonito, pero a mí me dice una cosa así mi hijo y yo creo que salgo corriendo del coche con el niño a cuestas y lo llevo a urgencias para que le hagan un examen neuropsiquiátrico. Como primera reacción, digo. Pero en fin, todo puede ser, porque además la madre ya se había percatado de que su hijo tenía algo diferente. Y bueno, será que en eso consiste el sexto sentido de las madres, ¿no? No ven muertos, pero entienden a sus hijos mejor que nadie.
Bien, hablemos del final. Claro, si sabes desde el principio que el psicólogo está muerto, ves por todas partes señales evidentes de ello: nadie le habla excepto el niño, nadie tiene contacto físico con él, camina como aislado de la gente, no interactúa con la madre del niño a pesar de ser su terapeuta, su mujer mira al infinito cuando lo tiene delante... vamos, que es obvio que está muertísimo. Pero claro, eso lo puedo decir ahora porque ya lo sabía, pero seguro que de haberla visto sin tener ni idea, me hubiese quedado con la boca abierta. Y me acuerdo que mucha gente de mi entorno se quedó así. Ojalá pudiera experimentar eso. Ojalá no hubiera sabido el maldito final.
Respecto a los fantasmas, dan cierto asquito, pero también dan pena. Y si un fantasma te da pena, automáticamente deja de darte miedo.
Por eso tengo que reconocer que la cosa decae un poco cuando ves que el niño va perdiendo su temor y se lo toma con la filosofía de un pequeño héroe con una misión que cumplir (ayudar a los muertos, que no le quito mérito, tiene que ser chungo). Le quito dos puntos y no le pongo un 10 por esos toques yanquilacrimógenos tan sobados, como el momento en que el niño le cuenta su secreto a la madre y le da el mensaje de la abuela. Que sí, muy bonito, pero a mí me dice una cosa así mi hijo y yo creo que salgo corriendo del coche con el niño a cuestas y lo llevo a urgencias para que le hagan un examen neuropsiquiátrico. Como primera reacción, digo. Pero en fin, todo puede ser, porque además la madre ya se había percatado de que su hijo tenía algo diferente. Y bueno, será que en eso consiste el sexto sentido de las madres, ¿no? No ven muertos, pero entienden a sus hijos mejor que nadie.