Para mi pesar, esta es la última película del ciclo de Audrey que me he propuesto ver desde hace un año. Decidí ver este film al final, puesto que los musicales nunca me han gustado, la extensa duración del mismo y el recurrente tema del doblaje de la voz de Audrey, me generaron cierta distancia de "Mi bella dama".

Sin embargo, me llevé una sorpresa contemplando la desfachatez de Higgins y la elegancia, el garbo de Audrey cuando se convierte en una "dama". Hermosa en toda la extensión de la palabra.

El único defecto o un punto débil, es la escasez de fuerza y convicción de los personajes secundarios, en relación a la pareja protagonista.

Yo la recomiendo ver hasta el final (Aunque me hubiese gustado que fuera un poco más gris)

Gracias Audrey por transmitir tu talento y tu luz para la comedia. En cada película tuya, una sonrisa de admiración se dibuja en mi rostro.