22 de enero de 2021
Sé el primero en valorar esta crítica
Una puerta que se abre lentamente, un murmullo en el silencio, una sombra serpenteante sobre la vieja pared y nuestros sentidos se agudizan, la oscuridad del entorno ha dejado entrar al miedo en nuestro cerebro.
David F. Sandberg consigue ponernos en situación en una antigua casa de campo, las amenazas ocultas parecen acechar no solo a los protagonistas sino a nosotros también.
La presencia de un muñeco con vida propia escapa a todo raciocinio y nos induce miedo e inquietud, nuestras pesadillas sobre posibles desenlaces nos mantienen en un permanente estado de agitación.
Una mas que digna película de terror con la que encontrarnos con nuestra propia adrenalina.
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?