Existe un cómic bastante bueno llamado Transformers More Than Meets The Eye (MTMTE). He hablado de él muchas veces con mis amigos, en mi blog... Vamos, que parece que me hubieran dado un jamón pata negra por cada reseña positiva hacia él. La cosa es que, sorpresa, tanto esta cinta como el cómic antes mentado comparten un poco su premisa; ambos tratan de un viaje, pero con objetivos diferentes: en la cinta de Olivares, nuestros protagonistas se dirigen hacia Mali en un viejísimo y a la vez fiable Renault 4 latas (que como me sucedió en Gran Torino, jamás oí hablar del vehículo que nombra el filme, pero con verlos en la gran pantalla, me enganchan) para ver a su viejo amigo, y en el camino, aprenden, conviven, se conocen mejor. Por su parte, en la historia de MTMTE, varios cibertronianos buscan a una antigua civilización que pueda salvar su mundo y, en el camino, aprenden, conviven, y, se conocen mejor.
Ahora que me fijo, es un poco injusto que haya comparado ambas obras porque el cómic se compone de casi 100 números mientras que la cinta no llega a las 2 horas. Podríamos caer en el error de afirmar que al filme de Olivares no le da tiempo a desarrollarse tanto. Pero "4 latas" tiene también alma, ves cómo se van conociendo un poquito más, atravesando uno de los entornos más salvajes de nuestro planeta, y somos testigos de una modesta, sí, pero patente transformación en ellos. Y vemos también cómo su medio de transporte se convierte en algo más que un coche. Se convierte en su hogar, en alguien más que les acompaña en su periplo. Porque al final, lo que importa de verdad no es el viaje, es la gente que te acompaña. Un francés sibarita, un vasco cabreado, una chica inmersa en su mundo adolescéntico (si tal vocablo existe)... Con gente como esta, yo también atravesaría el Sáhara en un 4 latas.