Vi esta serie un poco por presión popular porque ya el trailer me indicaba que era un mix refrito de cosas ya vistas en pelis como Battle Royale hace ya dos décadas o incluso Perseguido hace 34 años que a su vez estaba basada en una obra anterior de Stephen King, sumándole detallitos que también tienen aroma a plagio como los uniformes de La casa de papel, etc... No me generaba esperanza todo ese mejunje que apestaba a producto barato sin ideas que lo copia todo. Pero una vez que puse el primer episodio no pude parar. Me vi la serie completa en solo dos días.

La verdad es que la serie es efectivamente lo que esperaba de ella y también temía que le pasase como a otras que para rellenar minutadas te meten mucha paja entre medias de la chicha. Y así es, dedican tanto tiempo a darle fondo a los personajes como a las macabras pruebas. Y, tal y como me temía, es un fondo muy de relleno ya que todos son personajes exageradamente estereotipados y cuyo destino es tremendamente previsible. Y esto hace previsible también el juego. Está claro, por la narrativa de los personajes, a quien va a tocarle palmar en cada prueba, quien va a pasar de forma honesta y quien de forma sucia, quien será el underdog, etc... Encima, hay cierta subtrama que parece que será muy importante y al final no va a ningún lado.

La cosa es que, pese a todo eso, la serie engancha cosa mala. Yo no le encuentro mucha explicación, ya que si la analizo me sale lo explicado anteriormente. Parece un sinsentido, pero así es. Puedo pensar que se debe a que el ritmo y el tono están muy bien equilibrados de tal forma que incluso las escenas de trasfondo de los personajes me resultaron igual o más divertidas que las pruebas del juego. También puede ayudar que el hecho de que los personajes sean muy estereotipados y diversos se extiende al mismo casting, donde todos los actores son los ideales para cada rol y se diferencian muy bien entre sí, cosa esta última que no siempre ocurre en series corales y que yo considero algo que influye más de lo que uno cree. Sea por lo que sea, la serie engancha cosa mala y su disfrute está seguramente por encima de su propia calidad. Y sí, es el producto de Netflix con el que más me he divertido este año.

Nota: 7