Sé poco de la vida de este histórico conquistador, pero con lo poco que sé, no creo que perdiera tanto el tiempo en cuidar de los suyos habiendo conquistado más de medio mundo conocido entonces. Genghis me parece un tío tiernísimo que es amigo de sus amigos, y hasta parecía más malo de pequeñín que de mayorzote. Lo único que resalto de este film son sus escenas bélicas, tanto la del final como las anteriores en los campamentos mongoles, pero de ningún modo, la manera de como se llega a ellas, teniéndose el espectador que montarse su propia película hasta llegar al campo de batalla. El caso es que el pobre Temudjin siempre es perseguido desde la muerte, mal relatada por cierto, de su padre, y cuando te esperas que la venganza será terrible y sanguinaria, el director se lo salta inventándose un ejército al servicio del conquistador, al que parecía que los paisanos le estaban esperando tras su esclavitud. En resumen, el temible Genghis Khan es hoy todo un prototipo de hombre bondadoso y ejemplo de hermano fiel, quien incluso, se encarga de hijos que creo que ni son suyos.