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Voto de mnemea:
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Drama
China, años veinte. Tras la muerte de su padre, la joven de 19 años Songlian se ve forzada a casarse con Chen Zouqian, el señor de una poderosa familia. Él es un hombre de cincuenta años y tiene ya tres esposas, cada una de las cuales vive en una casa independiente dentro de un gran castillo. (FILMAFFINITY)
27 de agosto de 2009
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Son bellezas enjauladas, pequeñas, seleccionadas con sumo cuidado, se conservan en cubos idénticos, perdidos en un laberinto de soledad y piedra. Son ojos callados frente a un rey sin corona ni cetro que dispone según su deseo, siervas de un hombre que las adora según se alumbre su rostro.
Son cuatro hermanas, las damas numeradas que comparten el matrimonio y el alimento, que compiten por subsistir al encerrarse en un mundo apartado de la dicha de la elección. Son pájaros sin alas, con unos colores distintos, con un canto propio en cada hogar. Llaman hogar a su pequeña cárcel y luchan a su modo por iluminar de rojo cada noche su existencia, pues sólo en ese momento pueden respirar, pueden ser personas merecedoras de atención.
Son dueñas de sus intrigas y descaros, propiedad de supervivientes cuando no existe la vida, muñecas amables por un lado, viles estrategas por el otro, pero fieles a una propia locura que no necesita ningún tratamiento, al ser culpables de sentir y no demostrar.
Son almas que muestran una etapa vital, cuatro generaciones de mujeres que representan todos los modos de subsistir a un encajado universo. Son humanas, títeres que actúan sobre un decorado correcto y traicionero, ilustres damas que dejan de confiar en su sombra, viven con el anhelo del dominio de las linternas rojas, una necesidad para demostrar su fortaleza, para comprobar por una flameante noche que son algo más que fantasmas que vagan por su propio castillo, vigilantes de todo detalle, expectantes por traspasar sueños inexistentes y necesidades negadas. Una luz que revive la cercanía, una oscuridad que acoge la más dolorosa soledad, un lastre temeroso y dominante, que se convierte en fiel compañía y austero futuro.
Son mujeres, son miedo, son silencio, son todo lo que representan en esas estaciones que transcurren entre cálidas esperanzas, tan suaves como un masaje en los pies y fríos presentimientos, tan duros como una cruel verdad.
Son todo lo que te seduce magistralmente, lo que necesitas conocer, lo que te aterra experimentar, lo que te atrapa, presa de tu propia libertad.
Son la serena llama que se introduce en las linternas y arde como fuego vivo, en el candor de la noche, con ese resplandeciente tono rojizo que aviva la fuerza, despierta la llaga y se desvanece en un nuevo día bajo manos de sirvientes, un hombre se lo da y otro se lo quita, y el oxígeno viene y va, y la habitación se queda minúscula, menguando a cada minuto ¿vendrá esta noche la salvación o la locura?
Son cuatro hermanas, las damas numeradas que comparten el matrimonio y el alimento, que compiten por subsistir al encerrarse en un mundo apartado de la dicha de la elección. Son pájaros sin alas, con unos colores distintos, con un canto propio en cada hogar. Llaman hogar a su pequeña cárcel y luchan a su modo por iluminar de rojo cada noche su existencia, pues sólo en ese momento pueden respirar, pueden ser personas merecedoras de atención.
Son dueñas de sus intrigas y descaros, propiedad de supervivientes cuando no existe la vida, muñecas amables por un lado, viles estrategas por el otro, pero fieles a una propia locura que no necesita ningún tratamiento, al ser culpables de sentir y no demostrar.
Son almas que muestran una etapa vital, cuatro generaciones de mujeres que representan todos los modos de subsistir a un encajado universo. Son humanas, títeres que actúan sobre un decorado correcto y traicionero, ilustres damas que dejan de confiar en su sombra, viven con el anhelo del dominio de las linternas rojas, una necesidad para demostrar su fortaleza, para comprobar por una flameante noche que son algo más que fantasmas que vagan por su propio castillo, vigilantes de todo detalle, expectantes por traspasar sueños inexistentes y necesidades negadas. Una luz que revive la cercanía, una oscuridad que acoge la más dolorosa soledad, un lastre temeroso y dominante, que se convierte en fiel compañía y austero futuro.
Son mujeres, son miedo, son silencio, son todo lo que representan en esas estaciones que transcurren entre cálidas esperanzas, tan suaves como un masaje en los pies y fríos presentimientos, tan duros como una cruel verdad.
Son todo lo que te seduce magistralmente, lo que necesitas conocer, lo que te aterra experimentar, lo que te atrapa, presa de tu propia libertad.
Son la serena llama que se introduce en las linternas y arde como fuego vivo, en el candor de la noche, con ese resplandeciente tono rojizo que aviva la fuerza, despierta la llaga y se desvanece en un nuevo día bajo manos de sirvientes, un hombre se lo da y otro se lo quita, y el oxígeno viene y va, y la habitación se queda minúscula, menguando a cada minuto ¿vendrá esta noche la salvación o la locura?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
¿Lloras tú? Y Madame Bovary dijo: “muero por hacerlo”, y las hermanas pensaron un momento: “siempre que a solas estamos” y otra mujer acertó a imaginar: cada día una lágrima del suelo recojo, en una botella la escondo y nunca temo desbordar el contenido, no importa quién la derramara, ni el motivo, sirven para mantener el misterio, para congelar los recuerdos ajenos y propios, en virtud de mantener en solitario la promesa de seguir vivos. No son lágrimas tristes de una última vez, no fueron rechazadas del rostro en un feliz día, son las que encierran secretos confesables y lúdicos momentos de inspiración, por eso la botella nunca necesitará un corcho, siempre, cada día, una lágrima del suelo recogeré, incluso puede que encuentre esa que derramó alguien al escribir ¿Lloras tú?
Demasiados finales para un solo día, pronto aparecerá un inicio encubierto, pues un libro al que persigue una película que se fulmina tras un poético texto serán los pasos del próximo rumbo seguido sin brújula.
Son bellezas enjauladas, ¿verdad que lo son? no lo negaré, me cautivaron una vez más.
Demasiados finales para un solo día, pronto aparecerá un inicio encubierto, pues un libro al que persigue una película que se fulmina tras un poético texto serán los pasos del próximo rumbo seguido sin brújula.
Son bellezas enjauladas, ¿verdad que lo son? no lo negaré, me cautivaron una vez más.