Creo que pocas películas me han apasionado tanto como Caballero sin espada, pocas películas me han tenido en tensión hasta el final al mismo tiempo que saboreo la calidad de un gran cine en toda su amplitud, sin duda, una obra maestra, una obra imprescindible del cine clásico.

Al ver el director y los actores y su temática podemos pensar al momento que estamos ante una obra que promete y así fue, mi curiosidad me hizo ver esta película sin tener ni idea de que se trataba, o mejor dicho, tenía poco interés al ver que se trataba de una película sobre política y cual fue mi sorpresa que me encuentro con una película de valores eternos y de una temática puramente actual a pesar de que se trate de los años treinta.

Una película muy patriótica, cierto es, pero no tiene nada que ver com la basura comercial que los Estados Unidos promueve ahora, si todo fuera como muestra esta película el mundo funcionaría de otra manera.

Caballero sin espada muestra un mundo democrático ideal, basados en el respeto al ser humano y la ilusión de construir un mundo mejor según un base de respeto, igualdad, amor y democracia, todo lo contrario a lo que se busca o como se actua actualmente, la democracia se ha convertido en un camino de obtener poder personal a costa del pueblo, una democracia sucia y llena de mentiras y manipulación.

Caballero sin espada muestra las dos caras de la política, la ilusión y la corrupción y todo el mundo corrupto que va destrás, los medios de comunicación, la manipulación, los intereses económicos aunque por detrás se destruya a un pueblo y a cualquier ser humano que se ponga de por medio...un sin fin de cosas de Capra lleva a la pantalla de una manera magistral, estamos ante una de las mejores películas del cine americano y de la historia, una de esas películas que marcan y que no te dejan indiferente.

Capra dirige con maestría un gran guión y a unos grandes actores, Stewart, es perfecto, ese estilo de hombre ingenio pero íntegro, bueno y humilde pero con ideales, un hombre que lucha por lo que cree aunque todo el país se ponga en contra, un ejemplo de hombre para un país utópico, Stewart representa aquí al modelo de político aunque algo así no se vea.

Una obra maestra y una obra imprescindible e imprescindible para Obama, creo que no la ha visto todavía...