Una grata sorpresa de un director que desconocía, y como yo otros tantos, Romanek es un director bastante desconocido para varios.

Si hay algo que tiene esta película es la manera sutil de atraparte, ese monólogo del comienzo es bastante bueno y muy acertado con el que todos nos sentimos retratados y esa es la llave principal para atraparnos.

La película cuenta la historia de un psicópata, un pobre o quizás desgraciado hombre que vive obsesionado en su infancia y que le marcará para toda una vida, es sin duda el mejor retrato del psicópata que haya podido ver, hay grandes película que han tratado este tema pero es esta película no se retrata mal del todo.

Hay muchas cosas que me gustan y sobre todo es la inteligente dirección, sabe como ir descubriendo las piezas del puzzle sin ser demasiado evidente e inteligente.
La dirección muestra sobre todo inteligencia pero no es pedante, una fotografía muy cuidada, interpretaciones correctas y no hay que decir nada nuevo de uno de esos actores claves de Hollywood, Robin Williams, un actor que sabe como dar ese toque humano a sus personajes.

Durante toda la película se siente lástima por ese psicópata que acosa a la familia, ese pobre hombre que vive atrapado en su infancia y que le ha hecho ser quien es.
Si hay algo de lo que peca la película es de retratar con demasiada evidencia ese final, de retratar con todos detalles la vida de ese pobre hombre.

Es sin duda un thriller muy recomendable, espero seguir los pasos de este director que promete.