Y eso que dura poco. Cameron le da más y más y más y más vueltas a todo lo del Titanic. Pero es que aburrir a más de medio mundo no te fue más que suficiente para volver a hacer lo mismo. Y esto último lo dice a alguien a quien le gusta "Titanic" pero es que coño, es verdad, casi todo el mundo odia "Titanic". Yo de hecho cuando hablo con amigos tengo que decir que no me gusta para que no salgan corriendo detras de mí con palos para lisiarme a palos. "Titanic" es junto con "Lost in translation" mis vergüenzas ocultas. Aquellas pelis que jamas reconocería que me gustan ante amigos. Aquí me da igual decirlo.

El documental es un coñazo de mucho cuidado. Bellas imagenes, tíos en pantalla a los que no dudarias en mearles desde un helicoptero en el barco que están y que no sé como se dignaron de volver de su viajecito. Yo me hubiera ocultado en el fondo del mar tras haber hecho esta soberana tonteria. A James Cameron se lo perdono porque al fin y al cabo es el director de Aliens y de las dos Terminator. Pero a otros no se lo perdono y como me cruze con algún capullo de estos juro sobre la tumba de mis antepasados que me los cargo.

En fin. Basura ni más ni menos. Muy aburrida. Cameron necesita a Chuache. ¡Que vuelva ya Chuache, por dios!.