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Voto de manulynk:
5
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5
5.3
11,852
Drama. Romance
Verano de 2008. Se inspira en el film 'En la cama', del chileno Matías Bize. En un hotel del centro de Roma se conocen una rusa y una española. Al día siguiente, Alba volverá a España y Natasha a Rusia. En la habitación del hotel se respira una atmósfera cargada de erotismo y sensualidad. Entre ellas nace un sentimiento nuevo que ambas aceptan. Durante doce horas, las dos mujeres se confían sus vidas, hablan de sus compromisos y del ... [+]
25 de junio de 2012
25 de junio de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La última propuesta de Medem pasa por juntar en una habitación de un hotel de Roma a dos jóvenes, Alba (Elena Anaya) y Natascha (Natascha Yarovenko), que se conocen casualmente por los bares de Roma, y que entre las cuatro paredes del hotel de la primera compartirán muchas cosas. De hecho, la totalidad de la trama sucede entre esas cuatro paredes y salvo breves irrupciones del camarero del hotel, son los personajes de Anaya y Yarovenko los que aguantan el peso del film.
Cualquiera que haya seguido mínimamente la trayectoria de Medem antes de "Lucia y el Sexo" sabe que no se trata de un autor demasiado convencional que digamos, por lo que sus propuestas no deberían tomarse muy a la ligera. Decir que se trata de una historia de amor entre dos mujeres, con mucha carga erótica, sería algo tan simplista como inexacto. Medem nos ofrece un film arriesgado, por la temática claramente homosexual, aunque hay que decir en su favor que no se deja llevar por el morbo de la situación y si el espectador se libera de prejuicios lo que verá en las casi dos hora de metraje será a dos personas que comparten durante unas horas vivencias, confesiones, y un efímero amor que parece durar lo que dura la noche, aceptando lo inevitable cuando llegue el día. Quizás sea Medem uno de los pocos cineastas españoles que mejor sabe componer personajes femeninos (con permiso de Almodovar). Y de ello se benefician ambas actrices que luchan por mantener el tipo durante la función.
Por otro lado, es innegable la belleza de ciertas imágenes en las que el sentido plástico y estético se pone al servicio de los sentimientos que afloran en la habitación, sin dejar de alabar los elegantes movimientos de cámara dentro de la misma.
Pero con todo y con eso, me parece una película fallida. En primer lugar porque no queda muy claro lo que quiere expresar. Su mensaje queda en exceso diluido. En segundo, porque tras un buen arranque, Medem no consigue evitar que el film se estanque antes de llegar a la mitad, perdiendo el interés y buena parte de las expectativas generadas, en la medida en que la cámara empieza a deambular por la habitación sin que suceda nada especial que levante el interés. Por último hay escenas que se antojan un tanto pueriles y sonrojantes, y no me refiero al hecho que se paseen por la habitación, más bien ligeras de ropa. Se atisba algo del mejor Medem pero no llega a aflorar del todo.
Cualquiera que haya seguido mínimamente la trayectoria de Medem antes de "Lucia y el Sexo" sabe que no se trata de un autor demasiado convencional que digamos, por lo que sus propuestas no deberían tomarse muy a la ligera. Decir que se trata de una historia de amor entre dos mujeres, con mucha carga erótica, sería algo tan simplista como inexacto. Medem nos ofrece un film arriesgado, por la temática claramente homosexual, aunque hay que decir en su favor que no se deja llevar por el morbo de la situación y si el espectador se libera de prejuicios lo que verá en las casi dos hora de metraje será a dos personas que comparten durante unas horas vivencias, confesiones, y un efímero amor que parece durar lo que dura la noche, aceptando lo inevitable cuando llegue el día. Quizás sea Medem uno de los pocos cineastas españoles que mejor sabe componer personajes femeninos (con permiso de Almodovar). Y de ello se benefician ambas actrices que luchan por mantener el tipo durante la función.
Por otro lado, es innegable la belleza de ciertas imágenes en las que el sentido plástico y estético se pone al servicio de los sentimientos que afloran en la habitación, sin dejar de alabar los elegantes movimientos de cámara dentro de la misma.
Pero con todo y con eso, me parece una película fallida. En primer lugar porque no queda muy claro lo que quiere expresar. Su mensaje queda en exceso diluido. En segundo, porque tras un buen arranque, Medem no consigue evitar que el film se estanque antes de llegar a la mitad, perdiendo el interés y buena parte de las expectativas generadas, en la medida en que la cámara empieza a deambular por la habitación sin que suceda nada especial que levante el interés. Por último hay escenas que se antojan un tanto pueriles y sonrojantes, y no me refiero al hecho que se paseen por la habitación, más bien ligeras de ropa. Se atisba algo del mejor Medem pero no llega a aflorar del todo.