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5.9
23,079
Acción
Barney Ross (Sylvester Stallone), Lee Christmas (Jason Statham), Yin Yang (Jet Li), Gunner Jensen (Dolph Lundgren), Toll Road (Randy Couture) y Hale Caesar (Terry Crews) y Billy (Liam Hemsworth), un nuevo colega, se vuelven a reunir cuando el señor Church (Bruce Willis) les encarga un trabajo aparentemente sencillo y muy lucrativo. Sin embargo, el plan se tuerce cuando un peligroso terrorista llamado Villain (Jean-Claude Van Damme) les ... [+]
16 de diciembre de 2012
16 de diciembre de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parecía que Stallone había fabricado “Los mercenarios” más como un ejercicio lúdico, casi una excusa para reunirse con colegas y rivales, sin mayores pretensiones que recordar los viejos tiempos del cine de los 80. Pero su éxito no podía pasar desapercibido para los responsables del film, y aquí tenemos la segunda entrega, en la que además se han subido al carro otros iconos de la época que habían rechazado aparecer en la primera. Además de los ya conocidos Stallone, Statham, Lundgren y Jet Li, se amplia el tiempo en pantalla de Schwarzenegger y Willis y cuenta con Van Damme y Chuck Norris como novedades
En esta ocasión, Stallone ha cedido los mandos de la dirección a Simon West (cuyas aportaciones al cine de acción son films como “Con Air”, “Tomb Raider”, “The Mechanic” o la más reciente “Contrarreloj” ), el cual ejerce más bien un papel de asalariado puesto que lo cierto es que apenas se nota su huella en una película que se limita a ofrecernos prácticamente lo mismo que en la primera parte pero con más medios y más caras conocidas.
Si nos vamos a poner estrictos, el guión hace aguas por todas partes, hay personajes que aparecen y desparecen sin saber muy bien como han llegado hasta allí, o como si en la mesa de montaje se hubieran dejado alguna escena, es previsible a más no poder y no hablemos de lo baqueteados que están los rostros de algunos de estos tipos que no llevan nada bien eso de tener arrugas. Si eran inexpresivos en los 80, ahora con tanto botox y operaciones en la cara es difícil saber cuando están apesadumbrados y cuando contentos.
Pero eso no es lo importante. Prácticamente se puede decir lo mismo que en la anterior película. Lo importante es disfrutar con las evoluciones de los que fueron los héroes de los que vivimos los 80, y que además aún tienen la capacidad de reírse de sí mismos, soltando continuas puyas entre ellos que nos remiten directamente a los films que les hicieron famosos. Así, lo que nos ofrece Stallone y compañía es una nueva dosis de acción y violencia, al estilo de hace casi 30 años pero con los efectos especiales del siglo XXI. Y el que salga decepcionado del cine es porque se ha equivocado de sala.
En esta ocasión, Stallone ha cedido los mandos de la dirección a Simon West (cuyas aportaciones al cine de acción son films como “Con Air”, “Tomb Raider”, “The Mechanic” o la más reciente “Contrarreloj” ), el cual ejerce más bien un papel de asalariado puesto que lo cierto es que apenas se nota su huella en una película que se limita a ofrecernos prácticamente lo mismo que en la primera parte pero con más medios y más caras conocidas.
Si nos vamos a poner estrictos, el guión hace aguas por todas partes, hay personajes que aparecen y desparecen sin saber muy bien como han llegado hasta allí, o como si en la mesa de montaje se hubieran dejado alguna escena, es previsible a más no poder y no hablemos de lo baqueteados que están los rostros de algunos de estos tipos que no llevan nada bien eso de tener arrugas. Si eran inexpresivos en los 80, ahora con tanto botox y operaciones en la cara es difícil saber cuando están apesadumbrados y cuando contentos.
Pero eso no es lo importante. Prácticamente se puede decir lo mismo que en la anterior película. Lo importante es disfrutar con las evoluciones de los que fueron los héroes de los que vivimos los 80, y que además aún tienen la capacidad de reírse de sí mismos, soltando continuas puyas entre ellos que nos remiten directamente a los films que les hicieron famosos. Así, lo que nos ofrece Stallone y compañía es una nueva dosis de acción y violencia, al estilo de hace casi 30 años pero con los efectos especiales del siglo XXI. Y el que salga decepcionado del cine es porque se ha equivocado de sala.