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5.6
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Fantástico. Acción. Aventuras
Thor lucha por restablecer el orden en el cosmos, pero una antigua raza liderada por el vengativo Malekith regresa con el propósito de volver a sumir el universo en la oscuridad. Se trata de un villano con el que ni siquiera Odín y Asgard se atreven a enfrentarse; por esa razón, Thor tendrá que emprender un viaje muy peligroso, durante el cual se reunirá con Jane Foster y la obligará a sacrificarlo todo para salvar el mundo. (FILMAFFINITY) [+]
8 de febrero de 2014
8 de febrero de 2014
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Segunda entrega de las vida, obra y milagros del dios del trueno, según Stan Lee y sus cómics. El film trata de seguir el mismo hilo argumental de la primera parte, más el puente ("cross-over" que le dicen al otro lado del Atlántico) establecido en "Los Vengadores", en el que Thor (Chris Hemsworth) mientras arregla el desaguisado provocado por su hermano Loki (Tom Hiddleston), se encuentra con la amenaza de Malekith, un elfo oscuro que busca la destrucción del universo.
En esta ocasión Alan Taylor ha sustituido a Kenneth Branagh como realizador, lo que implica que a los responsables de la Marvel no les gustó demasiado el toque shakespeariano que imprimió Branagh al film (el poco que le dejaron para ser justos), optando por una historia más "convencional" (en el sentido que le da Marvel a esta palabra), de buenos los buenos luchando contra los malos para salvar la galaxia de su destrucción. La mano del realizador Alan Taylor apenas se nota en las casi dos horas de metraje ya que las producciones Marvel son especialmente particulares, y el director cumple el papel de mero coordinador y de seguir las órdenes de los responsables de la franquicia.
Esto tiene aspectos positivos y negativos. Empezando por los segundos, tenemos que hablar de un reparto desaprovechado en el que Hemsworth se limita a sacar pecho y a voltear su martillo en cada escena, Natalie Portman a ser la novia florero del superhéroe, y Anthony Hopkins a calcular lo que ha ganado por cada segundo que ha aparecido en escena, e Idris Elda mantiene su impasibilidad las pocas ocasiones en que sale confiando en que alguien se fije en él y le de algún papel importante en otra película. Sólo Hiddleston es capaz de destacar gracias a su capacidad para robar planos a sus compañeros de reparto. Otro aspecto negativo es un guión un tanto pueril y simplón.
Sin embargo, en una producción Marvel, en lo que menos nos vamos a fijar es en las interpretaciones o la credibilidad de su guión. El espectador que se sienta en una butaca a ver una película Marvel quiere ver acción, espectáculo, luchas a muerte. Y eso es algo que los responsables de la franquicia saben. Por ello, lo mejor de la cinta es su apartado de diseño y de efectos especiales que posiblemente no ganen el Oscar ni ningún Globo de Oro pero que no pasan desapercibidos y es lo que acaba haciendo de este film un producto atractivo para el espectador que guste de la evasión y sea fan de los cómics.
Y el que quiera ver a Shakespeare que se vaya al teatro.
En esta ocasión Alan Taylor ha sustituido a Kenneth Branagh como realizador, lo que implica que a los responsables de la Marvel no les gustó demasiado el toque shakespeariano que imprimió Branagh al film (el poco que le dejaron para ser justos), optando por una historia más "convencional" (en el sentido que le da Marvel a esta palabra), de buenos los buenos luchando contra los malos para salvar la galaxia de su destrucción. La mano del realizador Alan Taylor apenas se nota en las casi dos horas de metraje ya que las producciones Marvel son especialmente particulares, y el director cumple el papel de mero coordinador y de seguir las órdenes de los responsables de la franquicia.
Esto tiene aspectos positivos y negativos. Empezando por los segundos, tenemos que hablar de un reparto desaprovechado en el que Hemsworth se limita a sacar pecho y a voltear su martillo en cada escena, Natalie Portman a ser la novia florero del superhéroe, y Anthony Hopkins a calcular lo que ha ganado por cada segundo que ha aparecido en escena, e Idris Elda mantiene su impasibilidad las pocas ocasiones en que sale confiando en que alguien se fije en él y le de algún papel importante en otra película. Sólo Hiddleston es capaz de destacar gracias a su capacidad para robar planos a sus compañeros de reparto. Otro aspecto negativo es un guión un tanto pueril y simplón.
Sin embargo, en una producción Marvel, en lo que menos nos vamos a fijar es en las interpretaciones o la credibilidad de su guión. El espectador que se sienta en una butaca a ver una película Marvel quiere ver acción, espectáculo, luchas a muerte. Y eso es algo que los responsables de la franquicia saben. Por ello, lo mejor de la cinta es su apartado de diseño y de efectos especiales que posiblemente no ganen el Oscar ni ningún Globo de Oro pero que no pasan desapercibidos y es lo que acaba haciendo de este film un producto atractivo para el espectador que guste de la evasión y sea fan de los cómics.
Y el que quiera ver a Shakespeare que se vaya al teatro.