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Voto de manulynk:
10
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10
7.8
117,056
Ciencia ficción
La película de ciencia-ficción por excelencia de la historia del cine narra los diversos periodos de la historia de la humanidad, no sólo del pasado, sino también del futuro. Hace millones de años, antes de la aparición del "homo sapiens", unos primates descubren un monolito que los conduce a un estadio de inteligencia superior. Millones de años después, otro monolito, enterrado en una luna, despierta el interés de los científicos. Por ... [+]
13 de septiembre de 2011
13 de septiembre de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Stanley Kubrik, un realizador nada convencional, se encargó de realizar un film que como se suele decir "marcó un antes y un después". Kubrik obsesionado con la perfección, nos ofreció un film tremendamente ambicioso, en todos los sentidos (argumental, visual, estético, etc). Pero al mismo tiempo es hermético, complejo y de muy difícil digestión. Para ello contó con la colaboración del famoso escritor Carl Sagan, cuya experiencia con Kubrik no acabó demasiado bien, aunque supo proporcionar a éste una historia interesante y "seria".
Lo primero que nos llama la atención del film (al margen de desconcertarnos con el prólogo de los monos), es su impresionante despliegue estético y visual. Pese a que el film data del año 68, todavía hoy, 40 años después y en plena era digital, nos puede parecer moderno. Y lo que es más meritorio es que todos los efectos y decorados del film están hecho de forma artesanal.
El apartado visual es lo más importante de un film en el que apenas hay diálogos, los personajes no abundan precisamente (incluso el principal, y más recordado es una computadora, HAL 9000), y sus intérpretes apenas nos son conocidos. Y es que Kubrik nos ofreció cine en estado puro, contando una historia no tanto a partir de unos diálogos, sino a través de las imágenes. En realidad, la explicación a todo lo que vemos está en sus imágenes de forma transparante, sin trampas ni artificios, pero también sin que nadie nos lo explique, lo que hace que este film sea inaccesible para un espectador acostumbrado a producciones más digeribles.
Pero además, Kubrik no se conformó con hacer un film en el que se recrease banalmente viajes espaciales, y todo eso, sino que en su armazón argumental, se encuentran temas muy trascendentales y filosóficos, así como reflexiones del hombre y la tecnología, relacionadas con la deidad y la tecnología como motor de la evolución, asociada además a la violencia. Lo cual es bastante perturbador, más cuando en el momento presente de las historia que nos cuenta Kubrik, se supone que las máquinas han sido creadas a imagen y semejanza del hombre. Aunque en realidad lo más perturbador es la apariencia inhumana que tienen los protagonistas, que contrasta con la "quasi" humanidad que aparenta HAL 9000.
En realidad, poco importa las interpretaciones que podamos darle al film. Kubrik no se molestó en proporcionar ninguna, aunque Sagan sí. Lo mejor sería disfrutar de sus imágenes sin intentar buscar explicaciones forzadas. Por todo esto, se trata de un film muy reflexivo, en el que apenas hay acción y en el que son las propias imagenes las que "hablan", mucho más que sus protagonistas, y que deja en el aire más preguntas que respuestas, así como un cierto poso de inquietud en el espectador. En definitiva, Kubrik nos ofrece una muestra de cine "adulto" y sobretodo de la madurez y dominio de un lenguaje cinematográfico, el cual, lamentablemente no ha evolucionado tanto como la tecnología en su propia película.
Lo primero que nos llama la atención del film (al margen de desconcertarnos con el prólogo de los monos), es su impresionante despliegue estético y visual. Pese a que el film data del año 68, todavía hoy, 40 años después y en plena era digital, nos puede parecer moderno. Y lo que es más meritorio es que todos los efectos y decorados del film están hecho de forma artesanal.
El apartado visual es lo más importante de un film en el que apenas hay diálogos, los personajes no abundan precisamente (incluso el principal, y más recordado es una computadora, HAL 9000), y sus intérpretes apenas nos son conocidos. Y es que Kubrik nos ofreció cine en estado puro, contando una historia no tanto a partir de unos diálogos, sino a través de las imágenes. En realidad, la explicación a todo lo que vemos está en sus imágenes de forma transparante, sin trampas ni artificios, pero también sin que nadie nos lo explique, lo que hace que este film sea inaccesible para un espectador acostumbrado a producciones más digeribles.
Pero además, Kubrik no se conformó con hacer un film en el que se recrease banalmente viajes espaciales, y todo eso, sino que en su armazón argumental, se encuentran temas muy trascendentales y filosóficos, así como reflexiones del hombre y la tecnología, relacionadas con la deidad y la tecnología como motor de la evolución, asociada además a la violencia. Lo cual es bastante perturbador, más cuando en el momento presente de las historia que nos cuenta Kubrik, se supone que las máquinas han sido creadas a imagen y semejanza del hombre. Aunque en realidad lo más perturbador es la apariencia inhumana que tienen los protagonistas, que contrasta con la "quasi" humanidad que aparenta HAL 9000.
En realidad, poco importa las interpretaciones que podamos darle al film. Kubrik no se molestó en proporcionar ninguna, aunque Sagan sí. Lo mejor sería disfrutar de sus imágenes sin intentar buscar explicaciones forzadas. Por todo esto, se trata de un film muy reflexivo, en el que apenas hay acción y en el que son las propias imagenes las que "hablan", mucho más que sus protagonistas, y que deja en el aire más preguntas que respuestas, así como un cierto poso de inquietud en el espectador. En definitiva, Kubrik nos ofrece una muestra de cine "adulto" y sobretodo de la madurez y dominio de un lenguaje cinematográfico, el cual, lamentablemente no ha evolucionado tanto como la tecnología en su propia película.