Cinco minutos es lo que tardas en poner la película, cinco minutos los que tardas en adentrarte en el mundo de los robos y las persecuciones, cinco minutos es lo que tardas en percibir una obra maestra.
Todo lo que contiene la película resulta absorvente. Confieso que es una de las dos películas que más me han gustado de 2011. Todo el reparto resulta electrizante. Un Gosling cada vez más maduro, brilla de la mano de una Mulligan que ya parece veterana en este mundillo; así como los personajes secundarios, que llenan una historia de luces y sombras, en algo más. Refn ha sabido hacer una película que, si el tiempo me concede el honor, llegue a ser considerada película de culto. Después de re-descubir a Cranston en Breaking Bad, puedo decir que no es solo un profesor de química, es un actor. Deslumbrante de principio a fin, aunque compite con la impasividad de Brooks, como villano de la cinta.

Lo mejor: El ambiente creado por Refn, junto con las escenas de acción.

Lo peor: En algunos tramos, resulta hueca.