A decir de todos los fans más fans de Star Wars, El ascenso de Skywalker es una decepción. Quizás la película más decepcionante de una saga que ya de por sí cuenta con algunos episodios que fueron bastante decepcionantes en su momento, como son el I, el II o el VIII.
Para alguien como quien esto escribe, a quien le gusta la saga y se lo pasa bien con ella, pero no es una fanática de la misma, la película es sin duda algo decepcionante, sí, pero tampoco es tan mala ni tan desastrosa como se ha dicho. Es absolutamente cierto, e imperdonable, que el guión es alocado a más no poder, confuso hasta extremos innecesarios y, además, incoherente con lo que han sido las películas anteriores de esta nueva trilogía que empezó con tanto brío y encantando a los fans de siempre con El despertar de la Fuerza. O si no, que nos explique J. J. Abrams por qué personajes como Tico o el propio Finn han perdido tanto protagonismo. También es bastante revelador que, nueve películas después y contando con un universo tan rico como el creado por George Lucas (con innumerables planetas, razas, ambientes, conflictos políticos, etc), haya que volver a lo mismo de siempre: el Lado Oscuro dando por saco y los Jedi haciendo lo que pueden. Pero hasta con personajes de toda la vida y resurrecciones y todo. No daremos más detalles por si acaso alguien vive en Narnia y no ha visto los trailers ni nada, pero vamos, que la cosa canta por soleares.
A pesar de esto, la película es bastante entretenida, tiene un aspecto visual fantástico, una banda sonora que es oro puro (cortesía una vez más del incombustible maestro John Williams; disfrutémoslo, porque cuando ya no esté no sabemos lo que lo vamos a echar de menos) y una Daisy Ridley que es sin duda lo mejor de estas tres películas, por su enorme carisma y su talento y porque Rey es quizás el único de los nuevos personajes que verdaderamente merece la pena. Los mejores momentos son los que la tienen a ella en pantalla, sin duda. Mención especial también para Carrie Fisher, recuperada pese a haber fallecido ya gracias a escenas eliminadas de Los últimos Jedi y los avances espectaculares de la técnica.
Correcta, pasable, pero muy falta de alma y de ese encanto que aún buscan los seguidores de la saga. Quizás inútilmente. Y quizás también injustamente.

Lo mejor: El final. Sea como sea, la conexión emocional con ciertos elementos de la saga nunca falla. Los efectos visuales, fabulosos, el entretenimiento que aporta, la música maravillosa del maestro John Williams y el personaje de Rey, sin duda lo mejor de esta trilogía.
Lo peor: El guión. Enormemente confuso e incoherente con el resto de la nueva trilogía.