La cabaña en el bosque está hecha con desparpajo, desvergüenza y un par de huevos bien puestos.
Y por eso se lleva un 5.
Que Drew Goddard y Joss Whedon pretendían hacer una comedia y una sátira bestial de los tópicos del slasher está muy claro. Escenas como la de los técnicos riéndose de su informador en el altavoz, divertidísima, el final con porro incluido, o todo el arsenal de monstruos lo dejan muy claro. Además, se atreve con gore, con mucho gore, de hecho, lo cual es una muestra de agallas bastante importante.
El problema es que no tiene ni pies ni cabeza. Nada es creíble, nada encaja y parece que el único interés a la hora de hacerla ha sido ese: epatar al espectador con una sucesión de escenas a cada cual más surrealista y bestia, hasta llegar a una conclusión apocalíptica que... bueno, cójanla con pinzas. Es divertido ver a Chris Hemsworth prestándose a esto (no se le da mal la comedia, como también demostró en Cazafantasmas), pero simple y llanamente no es una buena película ni un buen guión, ni de terror ni de comedia, aunque triunfa más en este último aspecto.

Lo mejor: Lo divertida que es en algunos momentos y lo bien y mucho que se ríe de los tópicos del género.
Lo peor: Ehm... ejem... ¿qué se fumaron Goddard y Whedon? De verdad.