Qué bonita es La Bamba. Qué bonito homenaje a la vida de alguien que, habiendo fallecido con tan sólo 17 años, fue todo un pionero del rock. Maldito accidente de avión que nos privó del talento de Ritchie Valens, Buddy Holly y The Big Popper. Ya saben, "el día en que murió la música", como tan poéticamente lo cantó Don McLean.
Además, se trata sin duda del mejor trabajo ante la cámara de Lou Diamond Phillips, que rezuma dulzura, cariño, talento y compromiso en la piel de un personaje enamorado de la música y hon bien pocas sombras. Tenía 17 años, repetimos.
Una cinta encantadora y entretenida.

Lo mejor: Lou Diamond Phillips y el precioso homenaje a Valens.
Lo peor: Nada, dentro de sus parámetros. Obviamente no es una obra maestra.