La estrella azul es una pequeña joya que, por suerte, está consiguiendo su merecido reconocimiento ahora, tras su llegada a plataformas.
Javier Macipe, en su segundo largometraje, nos cuenta una historia de amor y música que hermana a España y Argentina mediante el hilo conductor de la vida, desgraciadamente breve, de Mauricio Aznar, compositor de la mítica "Apuesta por el rock & roll" que popularizaron otros maños, Héroes del Silencio, y un pionero absoluto del rock y el rockabilly español. Un artista torturado, como tantos otros en los 80, por la adicción a las drogas, que se embarcó en un viaje físico y emocional por Argentina para investigar su folclore musical, a la vez que buscaba su inspiración perdida por la música, ahogada en la adicción.
La película es bellísima, una caricia, una pequeña maravilla que llega al alma porque, precisamente, está escrita, dirigida e interpretada con enorme sensibilidad, respeto y cuidado. Además, es entretenida y emotiva, y retrata a la perfección las relaciones entre los personajes.
Mención aparte merece Pepe Lorente en la piel de Mauricio Aznar. Cualquiera que tuviera la suerte de verlo en los escenarios con Lehman Trilogy (junto a los también maravillosos Víctor Clavijo, Leandro Rivera, Litus, Darío Paso y Aitor Beltrán) sabe que es un artista monumental, maravilloso, polifacético, pero lo que ha conseguido aquí es de antología. No teniendo gran experiencia en cine, enamora a la cámara y tiene una presencia maravillosa, interpretando al cantante aragonés con exquisita elegancia y verdad. Un trabajo soberbio que hubiera merecido ser reconocido en los Goya y otros muchos premios.
En definitiva, una película excelente, maravillosa y, sobre todo, hermosísima.

Lo mejor: Su exquisita sensibilidad y belleza, y la interpretación de Pepe Lorente.
Lo peor: Nada. Quizás le sobren algunos minutos al final.