Entrañable peliculita inmersa en el simpático género fantástico de los cincuenta del siglo pasado, donde en Hollywood se hacían a menudo dado el interés y beneficios económicos que solían conseguir. Una de las razones es que, en la mayoría de las ocasiones eran más bien producciones baratas y como el público respondía pues los productores ganaban dinero.
Este film, resulta tópico cien por cien, pero con algunas peculiaridades que la distinguen, como el cambio de cromicidad, pasando de blanco y negro a verdoso cuando entran los personajes en el mundo perdido. Allí, encontrarán los consabidos animales prehistóricos que tratarán de zamparlos y de matarse entre ellos. Lo de siempre, pero con un ritmo romo y mucho tiempo perdido (para mi gusto) en la ascensión a la montaña.
Tampoco falta la insulsa pero pertinente para los yankees denuncia anticomunista, en el personaje del ruso, que es anticomunista, por supuesto.
Es una cinta bastante sosa, tediosilla, que al menos tiene buenos efectos especiales en el viaje del avión al comienzo.
Por lo demás, rutinarios diálogos y falta de mordiente. Le falta chispa y se puede sestear mientras se ve.

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