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España España · san sebastian
Voto de Izeta:
9
Drama Jefferson Smith (James Stewart), un joven ingenuo e idealista, que parece fácilmente manipulable, es nombrado senador. Ignora que en Washington tendrá que vérselas con políticos y empresarios sin escrúpulos que le harán perder la fe. Sin embargo, gracias a su secretaria, una joven que conoce muy bien los entresijos de la política, protagoniza en el Senado una espectacular y maratoniana intervención en la que, además de defender ... [+]
17 de agosto de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fantástica fábula de Capra, con un tema de total actualidad, en el que se nos cuenta la historia de un muchacho, ( James Stewart), que es designado por el gobernador de su Estado para ejercer el cargo de senador, a causa del fallecimiento del anterior que ostentaba el cargo.
Un muchacho idealista y soñador, lleno de principios morales, íntegro y sencillo, que no sabe todavía que es su ingenuidad precisamente, la que le ha otorgado el cargo, pues sus camaradas creen que será una marioneta muy fácil de dirigir para sus intereses en el Senado.
El pobre, entra lleno de ilusión y proyectos, cual Quijote y su rocín y, de repente, despertará lleno de contusiones y moratones, al darse cuenta de que ha caído como un ratón en un nido de serpientes.
Excelente retrato del Senado, que podemos extrapolar a cualquier Senado actual, plagado de perros viejos, cínicos y resabiados, que hace ya tiempo que olvidaron por qué se metieron en política y lo único que hacen, es calentar los asientos que se niegan a abandonar, mientras comen satisfechos a cambio de otorgar prebendas, de los empresarios de turno, verdaderos jefes de las democracias actuales.
Capra nos recuerda, el verdadero significado de la democracia, en la lucha que sostendrá este muchacho, contra todos los molinos de viento que ejemplifican el sistema.
Con unos secundarios maravillosos, Jean Arthur como la Dulcinea de este cuento y un Claude Rains magnífico, que encarna a un antiguo Quijote al que la vida volvió Sancho Panza, pero que ante la agonía de nuestro héroe, también se vuelve loco y vuelve a descubrir que la verdadera vida es la de las novelas de caballerías.
Ojalá tuviéramos más hombres de éstos, de los cuales solemos reírnos cuando se dan el batacazo, pero sin los cuales verdaderamente no se da el progreso en ninguna sociedad.
Capra nos muestra lo hipócritas y acomodaticios que somos, amén de estar convencidos de ser más listos por aceptar lo que llamamos realidad, sin ser conscientes de que en nuestras manos está cambiarla.
James Stewart es un luchador de causas perdidas. Qué tonto,¿verdad?.
Izeta
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