No soy un gran fan de Almodóvar. Incluso algunas de sus películas, las detesto.
Pero tengo que reconocer que, en otras, no puedo dejar de admirar ese descaro y desparpajo con que mezcla la farsa más delirante, con el exceso melodramático.
Esta película la he vuelto a ver hace poco y otra vez me ha hecho sonreír. Pero no por eso puedo decidir que es una buena película o que sus intérpretes son portentosos ni nada parecido. Bueno Carmen Maura sí, me gusta mucho. Pero nada más.
Si esta película me gusta es por el cachondeo que se trae. Ese cachondeo donde mezcla lo cutre con lo trágico, lo hortera con lo dramático, consiguiendo un raro equilibrio entre ellos, en una historia de enredo bastante bien hilada.
Pero eso es todo. Cuando Almodóvar se pone más serio, me echa para atrás.
Y cuando se pone más gamberro como en otros de sus films, también.
Por eso creo que, a mí, de Almodóvar no me interesa su cine, ni siquiera su universo. Sus temas no me interesan lo más mínimo, lo único que espero de él, son los chispazos irreverentes, los chistes y las salidas de tono que salpican todo su cine.
Así, en esta película aprecio, cómo no, lo mal que se ha portado el mundo árabe con María Barranco, la tragedia de Chus Lampreave que le gustaría mentir pero no puede y unas cuantas situaciones más, pero ya.
Nunca puedo decir, y de esta cinta tampoco, que la película me haya encantado en su totalidad. Pero, eso sí. Siempre estoy dispuesto a ver la siguiente, o sea que tampoco me disgusta del todo. Simplemente, no lo tomo en serio.
Para mí, es un director gamberro y hasta ahí.
Esa adoración internacional que ha obtenido y la denominación que le han otorgado en esta misma página de " uno de los mejores directores actuales del mundo", me parece una sobrada exagerada.
Pero para gustos, colores.