Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with juanantlopez
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de juanantlopez:
1
Voto de juanantlopez:
1
4.3
4,163
Drama
Melissa es una joven de 16 años, dulce e inocente, que vive en una ciudad pequeña. Sus padres, envueltos en sus propias vidas, son ajenos al hecho de que su hija está a punto de ser mujer. Sólo su abuela, tremendamente liberal y abierta, trata a Melissa como una adulta. En clase, Melissa se pasa el día soñando con su atractivo compañero Daniele, por el cual siente una atracción de colegiala. Incluso la llegada de un chico nuevo al ... [+]
12 de abril de 2008
12 de abril de 2008
13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Querida Melissa P.:
Lo primero que tienes que saber es qué buscas como película. Sabiendo tus precedentes literarios, tu misión es provocar, casi indignar al espectador con tu sucia historia de degradación adolescente. Tu misión es generar controversia con una historia que tiene potencial para levantar (am)pollas entre el público.
Tú, sin embargo, prefieres envolverte en una aureola ñoña con ribetes poperos y con encuadres pretendidamente innovadores que supongo que alguna intención tendrán. Desde luego, no contribuyen a que el espectador te comprenda mejor, se compadezca de ti o reprenda furioso tu comportamiento. Tampoco sirven para recorrer mejor tu cuerpo, para mostrar tu sexualidad más descarnada, para descubrirnos el objeto del pecado. Sinceramente, lo único que provocan es irritación, aburrimiento, e indiferencia ante lo que te pase, Melissa P. Debería ser todo lo contrario, ¿no crees?
En fin, Melissa P., prefiero no extenderme más. No quiero herirte con mis palabras, bastante te ha herido ya ese niñato imbécil por el que babeas durante la hora y media que me hiciste perder. Aunque, como ya te he dicho, terminó dándome lo mismo cualquier cosa que te pasara. Como no me has dado motivos suficientes (ni siquiera los puramente carnales, pues esa niña que te encarna, María, se esfuerza, lo reconozco, pero no me convence ni siquiera físicamente), intentaré olvidar lo que pasó entre nosotros, intentaré olvidar que, teniendo aquí a alguien que quería creer en ti, preferiste mirar hacia otro lado.
Lo primero que tienes que saber es qué buscas como película. Sabiendo tus precedentes literarios, tu misión es provocar, casi indignar al espectador con tu sucia historia de degradación adolescente. Tu misión es generar controversia con una historia que tiene potencial para levantar (am)pollas entre el público.
Tú, sin embargo, prefieres envolverte en una aureola ñoña con ribetes poperos y con encuadres pretendidamente innovadores que supongo que alguna intención tendrán. Desde luego, no contribuyen a que el espectador te comprenda mejor, se compadezca de ti o reprenda furioso tu comportamiento. Tampoco sirven para recorrer mejor tu cuerpo, para mostrar tu sexualidad más descarnada, para descubrirnos el objeto del pecado. Sinceramente, lo único que provocan es irritación, aburrimiento, e indiferencia ante lo que te pase, Melissa P. Debería ser todo lo contrario, ¿no crees?
En fin, Melissa P., prefiero no extenderme más. No quiero herirte con mis palabras, bastante te ha herido ya ese niñato imbécil por el que babeas durante la hora y media que me hiciste perder. Aunque, como ya te he dicho, terminó dándome lo mismo cualquier cosa que te pasara. Como no me has dado motivos suficientes (ni siquiera los puramente carnales, pues esa niña que te encarna, María, se esfuerza, lo reconozco, pero no me convence ni siquiera físicamente), intentaré olvidar lo que pasó entre nosotros, intentaré olvidar que, teniendo aquí a alguien que quería creer en ti, preferiste mirar hacia otro lado.