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5

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6.4
269
Animación. Fantástico. Aventuras. Drama. Infantil
Rudger es el amigo imaginario de Amanda Shuffleup. Nadie más puede ver a Rudger... hasta que el malvado Sr. Bunting llega a la puerta de Amanda. El Sr. Bunting caza seres imaginarios. Se rumorea que incluso se los come. Y ahora ha encontrado a Rudger. Rudger está solo y huye para salvar su vida imaginaria. Necesita encontrar a Amanda antes de que el Sr. Bunting lo atrape... y antes de que Amanda lo olvide y él se desvanezca en la nada. ... [+]
30 de diciembre de 2024
30 de diciembre de 2024
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El Imaginario es un proyecto que prometía explorar emociones complejas a través de la mirada infantil, pero termina siendo un relato fragmentado y sin dirección. Aunque visualmente pueda tener sus méritos, el guión falla en construir personajes sólidos, en desarrollar un conflicto significativo, y en brindar un cierre satisfactorio. La película se pierde en su propia ambición de abarcar demasiados temas, sin llegar a profundizar en ninguno. Lo que podría haber sido una lluvia refrescante para los sentidos se evapora en el aire, dejando al espectador con una sensación de vacío.
La historia, que debería construirse en torno a un evento central que altera la vida de la protagonista, se queda estancada. El desarrollo de la trama se convierte en un cúmulo de episodios inconexos que parecen más un relleno que un esfuerzo por construir una narrativa coherente. Los personajes, aunque visualmente atractivos y diseñados para captar la atención, carecen de profundidad. No se logra establecer una conexión emocional con ellos, ni siquiera con la protagonista, cuyas vivencias se presentan de manera superficial y a menudo son olvidadas por el propio guion.
La incorporación de múltiples subtramas y personajes secundarios no hace más que dispersar la atención del espectador. En lugar de enriquecer la historia, estos elementos la sobrecargan y la vuelven incoherente. Por ejemplo, las relaciones familiares –particularmente la de la niña con su madre y padre– y el enfrentamiento con el villano son tratados de manera apresurada y sin desarrollo suficiente. El clímax, que debería ser un momento catártico, resulta más confuso que emotivo. Y el desenlace para el villano es tan abrupto y carente de simbolismo que se siente inmerecido, casi como un descuido narrativo.
Queda reducido a la nada, visuales atractivos con una desmerecida historia llena de historias que no lograban finalizar.
La historia, que debería construirse en torno a un evento central que altera la vida de la protagonista, se queda estancada. El desarrollo de la trama se convierte en un cúmulo de episodios inconexos que parecen más un relleno que un esfuerzo por construir una narrativa coherente. Los personajes, aunque visualmente atractivos y diseñados para captar la atención, carecen de profundidad. No se logra establecer una conexión emocional con ellos, ni siquiera con la protagonista, cuyas vivencias se presentan de manera superficial y a menudo son olvidadas por el propio guion.
La incorporación de múltiples subtramas y personajes secundarios no hace más que dispersar la atención del espectador. En lugar de enriquecer la historia, estos elementos la sobrecargan y la vuelven incoherente. Por ejemplo, las relaciones familiares –particularmente la de la niña con su madre y padre– y el enfrentamiento con el villano son tratados de manera apresurada y sin desarrollo suficiente. El clímax, que debería ser un momento catártico, resulta más confuso que emotivo. Y el desenlace para el villano es tan abrupto y carente de simbolismo que se siente inmerecido, casi como un descuido narrativo.
Queda reducido a la nada, visuales atractivos con una desmerecida historia llena de historias que no lograban finalizar.