No hay mayor verdad que aquello que reza "Lo bueno de ir con las expectativas bajas es que solo puede ir "in crescendo". Así acudimos al cine para ver la nueva entrega de DC sobre Batman, uno de mis superhéroes favoritos y al que se le ha hecho justicia y vilipendiado en la gran pantalla a partes iguales.

Tampoco soy especialmente fan de Robert Pattinson, especialmente tras Crepúsculo, aunque ha habido entregas como Tenet que me ha gustado mucho. Pues bien, después de Batman, he de decir que sale favorecido. Sobre todo con su predecesor más directo.

Una película con un tono más oscura, quizás más cercana al "Escuadrón Suicida" que a las cintas de Nolan, no se hace para nada larga. Los momentos de acción y de pausa están muy bien secuenciados y hay planos que quedarán en la retina del espectador durante mucho tiempo.

La cinta no es apasionante, pero Mat Reeves consigue engancharte desde practicamente el primer minuto en una historia que ya conoces pero que no te la habían contado; no así.