No le veo sentido a relatar una bizarrada gore-scifi con aires de metáfora social como si fuera una historieta de Carpanta. La ambientación está muy conseguida, pero lo que es el resto no esta a la altura ni por casualidad. Si te atreves con semejante esperpento asegúrate de que sorprenda y divierta u obtendras una garrulada.
Seré breve: la narración es forzada, totalmente lineal, infantil hasta ser comparable a Zipi y Zape por momentos y se va haciendo cada vez más aburrida; aunque en general los actores se esfuerzan ningún personaje llega a despegar y pocos dejan huella, Antonio Resines, como siempre, malo como un dolor y totalmente desubicado en un papel que le hubiese ido un poco mejor a su compadre el Bonilla; los diálogos son bastante vagos salvo algún gag del principio y lo único que resulta realmente gracioso y memorable es la chica con el síndrome de Estocolmo, ojalá este personaje hubiese estado en una comedia mejor como El Día de la Bestia. ¡Joder! ¡Hubiese sido genial que la rubia tetona de El Día de la Bestia hubiese tenido ese síndrome de Estocolmo y les hubiese acompañado! En lugar de eso tenemos un desperdicio de situaciones cómicas que no acaban de cuajar por culpa de la pobre respuesta de Resines que se hace más evidente al lado del entusiasmo de la chica (y/o la actriz que la dobla) y del romance con el siamés (de unos 8 minutos acumulados) que se inventa sobre la marcha y que intenta colar torpemente a modo de conclusión.
En fin, que el material no era gran cosa, solo daba para la peli de serie z que es y el desarrollo no lo ha solucionado. Desde luego El Día de la Bestia fue un gran salto, nada que se pueda comparar a esto.