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Argentina Argentina · Mar del Plata
Voto de FranciscoG:
7
Drama Un astronauta (Thornton) de la NASA se ve obligado a jubilarse para salvar la granja de su familia. Pero no se resiste a cumplir su sueño de ir al espacio, por lo que decide construir su propio cohete espacial, a pesar de las advertencias del gobierno para que desista. (FILMAFFINITY)
12 de mayo de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
A principios de este siglo, luego de comprar un cohete Atlas-D abandonado como chatarra por la NASA (en USA puede encontrarse la chatarra funcional más inverosímil con sólo pagarla), el ingeniero espacial Farmer (y granjero por añadidura) separado injustamente de su misión de bautismo astronáutico, intenta cumplir el sueño de viajar al espacio que el Ejército le negó y al menos cumplir una órbita. Para eso se dedica, ayudado por su hijo, a verificar y normalizar el estado del cohete y su cápsula (en excelente buen estado). Las autoridades, que inicialmente lo ignoraron, y hasta le extendieron, distraídos, un permiso para el vuelo, deciden que, aunque el emprendimiento no es ilegal, deben pararle los pies, en pos de su seguridad fisica, de los demás y del monopolio de la NASA, los militares y las grandes empresas.

Por supuesto, la historia nos recrea, otra vez, la parábola de la persona incomprendida que lucha por un sueño difícil, contra todos los obstáculos. Si usted tiene un sueño, se sentirá identificado. Pero también, es un elogio al amor familiar, el cual es el basamento de cualquier duro proyecto que tengamos.

También veremos la aparición de Bruce Willis en un papel que desde Armageddon le sienta muy bien, es decir, que hace con “autoridad”; disfrutaremos de la encantadora familia Farmer; nos reiremos de la cómica pareja del FBI que vigila el aspirante a astronauta (se acuerdan de Tintin? Pues son una suerte de Hernández y Fernández del espionaje); seremos testigos del escéptico entorno social que Farmer se ha ganado; nos reiremos de la paranoia estatal y nos regocijaremos con guiños a los típicos ticks americanos. Todos esto sazonado por una agradable música en crescendo que comienza como una melodía de fondo bastante translúcida, pero que llega a ser protagónica, muy bien lograda.

Si no posee cierta cultura astronáutica (imprescindible), si detesta la gente noble con sueños difíciles (y hasta duda que tal cosa pueda existir), si odia a los americanos, no la mire. Caso contrario, esta es su película.
FranciscoG
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