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España España · catarroja
Voto de rambleta44:
10
Comedia. Drama Narra el regreso a Francia de una actriz de teatro que se había refugiado en Italia para olvidar sus problemas personales. (FILMAFFINITY)
30 de abril de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una cinta realmente maravillosa. Del año 2001, pero con el sabor de las que vimos en los cineclubs en los años 80. La película más rohmeriana de Rivette, una auténtica y compleja delicia por lo que se refiere a la reflexión sobre el amor, la pareja y la añoranza de nuestras relaciones perdidas. Sólo el cine francés ha sabido mostrar, su tradición existencialista se lo permite con mayúsculas, esta compleja trama llena de contradicciones que son las relaciones personales, sin moralismos esencialistas, encuentros y reencuentros, miradas y silencios que pueden decirlo todo. El amor y el dolor.
Rivette nos presenta el teatro dentro del cine y el cine dentro de la vida, tres planos que son lo mismo en una dinámica existencial llena de casualidades y de forzados encuentros. Personajes llenos de encanto, el encanto ensimismado de los personajes de Bresson o el encanto vital de los personajes de Garrel que encontramos aquí, una vitalidad proyectada desde una soledad reflexiva y melancólica, de besos tímidos, de miradas que se huyen, de preguntas sobre Heidegger o sobre relaciones anteriores.
Lo maravilloso de este tipo de películas es que se llega a la sensualidad y al erotismo del amor a través de la intelectualidad, a través de la reflexión introspectiva, a través de la filosofía de las relaciones, una sofistificación muy francesa que conjuga Ilustración y existencialismo, un romanticismo de amplia visión, sin juicios morales, el ser humano puede reinventarse porque es conflicto permanente.
Italiano y francés. Balibar y Castellito siempre magníficos, lenguas distintas y habitaciones distintas o la misma habitación. Sus escenas son propias de la mejor terapia psicoanalítica, rematadas con un sentido del humor magistral: a lo mejor bebiste demasiado.
Rivette nos regaló con más de setenta años una película que ya le hubiera gustado dirigir a un debutante de veinte. Bresson, Rohmer, Rivette. ¿Cuántas películas habrá adorado Woody Allen de estos directores?) Nuestra educación sentimental. Qué pena que las nuevas generaciones no lleguen NUNCA a conocer estas existenciales lecciones de amor. Magistral.
rambleta44
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