Eso es lo que le diría a cierto director que, literalmente, padeció hernia de disco tras concebir esta película.

Decir que es mediocre es dedicarle un cumplido. Vive y y deja morir es de las entregas más flojas que yo recuerdo de 007. Más que una película de espías, es una comedia facilona que ha envejecido bastante mal con el paso del tiempo.

Que yo sepa, fue el estreno del irónico Roger Moore en la saga. Muy pobre comienzo el suyo.

La trama comienza bien: asesinan a tres agentes británicos y supuestamente tienen relación con un traficante de drogas relacionado con la magia negra y el vudú: el doctor Kananga. Partiendo de esto, Bond se sumerge en una trama en la que tiene por enemigo a todo el barrio de Harlem y a parte del Caribe.

La película tiene pocas escenas de acción que sean susceptibles de mención, incluso teniendo en cuenta la época. Además, la mayoría de ellas son demasiado cutres (por ejemplo la de los cocodrilos, que se ve demasiado preparada). Si tengo que salvar una, me quedo con una huida en lancha motora bastante larga y que junta a Bond, a media docena de sicarios del malote final y hasta a un regimiento de policías comandados por el hermano gemelo de Beverly Hills.

Mi recomendación: con las nuevas películas que hay del agente 007, es casi preferible dejar esta entrega "criando malvas".

P.D- Ver la escena que me marcó en el spoiler. Y voy en serio... o casi.