Pues no he pasado del tercer capítulo...

Un chaval se convierte en perro, y acaba en manos de la chica borde pero jamona de su colegio/instituto.

Muchas braguitas, tetas por aquí y por allá, lo típico de estos productos, pero apenas nada de humor, creo que ni siquiera he llegado a esbozar media sonrisa, que es lo fundamental en este tipo de animes ('fanservice' aparte).

Demasiado simple, sin pizca de gracia.

Wolf.