No soy demasiado fan de las películas de animales que hablan, pero me suelen gustar las que tienen perros como 'protagonistas', y en esta ocasión ha ganado la segunda opción.

Gamberra, soez y malhablada, pero muy divertida.

No es una peli para los pequeñines, por su vocabulario (muchos tacos y referencias sexuales) y algunas escenas bastante escatológicas, pero si para los adultos, sobre todo para aquellos que nos gusten los animales, sobre todo, por supuesto, los perros. Entre todas estas cosas, también es una película de amistad y valores, pero hay pocos momentos serios, todo hay que decirlo, en general es un producto para echar unas risas y pasar un buen rato, aunque trate sobre todo el tema del abandono, y que si un perro tiene un dueño o dueña de mierda, seguirá siendo fiel y dedicado.

Los primeros minutos ya consiguieron sacarme la sonrisa, y aunque haya momentos y escenas bastante pasadas de rosca (como en la celda de Control Animal), ha conseguido su objetivo, entretener y divertir, aunque no será del gusto de muchos espectadores sobre todo por lo antes comentado, su lenguaje demasiado bestia y malsonante.

Como curiosidades, un cameo de Dennis Quaid, la voz de Sofía Vergara para un sofá (sí, un sofá) y una escena post-créditos con Will Forte.

Wolf.