¿Qué es una guerra? Es un conflicto. Aquí tenemos un ejemplo bien ejecutado, pero más que disparos, sangre y muerte (salvo una escena) nos presenta a los seres humanos responsables de "organizar todo el desorden".
Es una sátira bélica, pero por el amor de Dios, que bien llevada a cabo. He disfrutado viéndola. No es por como lo dirige David Michôd, ni por la interpretación de Brad que lo hace bastante bien desde mi punto de vista (He visto la versión original).

Somos solo seres humanos y cometemos errores. Cuando nos dan una misión difícil nos esforzamos por cumplirla. Llegar al objetivo es lo principal. En las guerras no podemos ver más allá de lo que nos enseña la tele y la prensa, pero los que están ahí luchando, son los mismos seres humanos que tú, yo, o nuestros vecinos. Los generales, capitanes, sargentos, son también como nosotros. ¿Te gusta la cerveza? Joder, a un soldado también y encima si te lo pagan todo, ¿No beberías unas cuantas botellas? Por eso me encanta este film, es muy autentico. La elocuencia con la que tienen que hablar los que defienden el derramamiento de sangre hace que veamos las guerras incluso necesarias, pero todo es una tapadera.

No es ni una comedia, ni un drama, hay pocos disparos, crea confusión esa falta de género cinematográfico específico pero no pasa nada, de verdad no pasa nada. Tal como las guerras son una mezcla de odio y amor, dinero y pobreza, los que mueren por las armas y los que las fabrican, risas entre los que están en la primera linea de batalla cuando descansan y llanto cuando una bala alcanza a un compañero. Así es esta película, te provoca un desorden, un conflicto de sentimientos. Seres humanos en estado puro, pero de los que toman decisiones. La escena que mejor resume las dos horas que dura esta cinta es la de Ben Kingsley enfermo en la cama viendo la tele y hablando con el Glenimal.