Después del fracaso de “Amazing Spider-Man 2”, Sony decidió dar un nuevo carpetazo al trepamuros (al menos al de Garfield, y después de cargarse pocos años antes el universo Raimi), y hacer un jugoso trato con Marvel, por el cual, el nuevo Spider-Man iba a formar parte del Universo Cinematográfico de Marvel (esto es, Los Vengadores), y su primera aparición iba a ser en la estupenda “Civil War”.

La idea fue brillante y el resultado fue un éxito rotundo, ya que (prácticamente) todo el mundo quedó encantado con Tom Holland (un acierto absoluto de casting) como Peter Parker, y aquello supuso una carta de presentación fabulosa.

Un año después, se estrenaba “Spider-Man Homecoming”, que tiene tanto defensores como detractores. Yo me situaba en el segundo grupo, ya que, en el momento de su visionado, me pareció una película menor del trepamuros (aunque tampoco al nivel de las peores de la saga, que son “Spider-Man 3” y “Amazing Spider-Man 2”) y muy fallida. No obstante, para prepararme para el estreno de su atractiva y esperada secuela, la he revisionado y mi percepción ha cambiado bastante.

Ojo, no estoy diciendo que estemos ante una obra maestra, pero si ante una correcta adaptación, que también es cierto que se queda un poco en tierra de nadie (eso lo sigo pensando), y que podría haber dado mucho más de si, ya que no está a la altura de su gran protagonista (y sí, me refiero a Holland). Pero como siempre, vayamos por partes.

El director, Jon Watts (que repite en la secuela), venía de realizar un par de proyectos independientes y bastante desconocidos, en otra jugada arriesgada por parte del estudio, aunque es bien sabido que las majors se pirran por directores casi amateurs a los que puedan manipular y manejar a su voluntad. Luego salen cosas como “Amazing 2”, pero esa es otra historia.

No obstante, en esta ocasión, la acción está bien resuelta, aunque son pocas escenas para el lucimiento del superhéroe y ninguna resulta impresionante (y más en los tiempos que corren). Y es que, después de haber visto combates deslumbrantes de hace más de diez años (casi veinte, si me apuras), como cualquiera con el Doctor Octupus, a esta le falta garra en cualquiera de sus “set pieces” o enfrentamientos con el villano.

No se puede decir lo mismo de las escenas entre personajes, ya que casi todas son rutinarias, excepto las de Tony Stark, ya que quizás ahí pongan más esmero, lo cual se entiende, porque es el invitado de lujo de la cinta (aunque sale bien poco, por cierto).

En cuanto al guion, hay dos vertientes bien distintas y con diferentes resultados. La parte de Spider-Man, el villano (bastante bien perfilado), Tony Stark y todo lo que ello conlleva, está bastante lograda y es más que satisfactoria. Lamentablemente, no se puede decir lo mismo de la parte de Peter Parker, y no es culpa del estupendo actor, sino más bien de que los personajes secundarios no funcionan como deberían (ese amigo cliché...), y el interés por la vida en el instituto del personaje es casi nulo. Algún atrevido a comparado esa parte con el cine de John Hugues (que manejaba como nadie el cine de adolescentes)… nada más lejos de la realidad, ya que esa es la parte más fallida de la cinta, de lejos.

Tampoco se nos explica el origen del personaje (quizás para no ser redundante después de dos películas anteriores dónde si los explicaban), ni tampoco se menciona al tío Ben. Creo que cada nuevo origen tiene su historia, y creo que es un error no mostrarlo en esta e insinuarlo, pero veremos si lo arreglan en futuras películas.

Respecto al reparto, tenemos a un brillante Tom Holland, que vuelve a dar en la diana (al igual que en “Civil War”, y posteriormente en “Infinity War” y “Endgame”), en un acierto absoluto de casting, y superando a sus dos antecesores, con una vis cómica estupenda y aportando mucha frescura a este joven Peter Parker. Para un servidor, el mejor Spider-Man hasta la fecha. Merece películas mejores, desde luego.

Michael Keaton cumple como villano, aunque tampoco es tan fabuloso como se ha querido vender, pero claro, estamos acostumbrados a la mediocridad y lo decepcionante en ese aspecto, y por eso, cuando recibimos un villano bien dibujado y con matices, nos volvemos loco. Un actuación más que correcta, aunque me hubiese encantado verlo como "El Duende Verde", porque tiene tablas para ello y, quizás, un villano como el Buitre se le quede pequeño.

Robert Downey Jr aparece lo justo y necesario (en un movimiento acertado, ya que la película es de otro) y en cada aparición aporta su carisma y buen hacer, siendo un buen contrapunto del protagonista. Se agradece su presencia, aunque tampoco es vital. De hecho, aparece mucho menos de lo que se vendió en su promoción o se quiso dar a entender.

El resto del reparto cumple, sin más, sin que se pueda destacar a nadie. Eso sí, duele ver lo desaprovechados que están conocidos interpretes como Donald Glover y (sobre todo) Logan Marshall-Green, este en un papel ridículo.

Los efectos especiales cumplen, y hay buenos momentos, pero al igual que con la acción, no es nada que no se haya visto ya, y es que no estamos hablando de un superhéroe cualquiera. Merecía más en ese aspecto, quedando un resultado decepcionante, ya que ninguna “set piece” impresiona, como ya se ha mencionado.

La banda sonora cumple, pero tampoco es de las mejores del universo Marvel (aunque en ese aspecto, el nivel es demasiado alto y cuesta hacerse un hueco entre las grandes BSO de la franquicia).

Sigo en spoilers (sin spoilers) por falta de espacio

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